
Desde la llegada de Donald Trump por segunda vez a la Casa Blanca, los inmigrantes en Estados Unidos han vivido con la amenaza de la deportación en la nuca. Esta vez, la administración ha dejado en claro que el objetivo en la siguiente fase de la agresiva política de deportación será las llamadas “ciudades santuario”.
Tom Homan, el zar de la frontera de Donald Trump, ha prometido “inundar la zona” con agentes de Inmigración, Aduanas y Control de Aduanas (ICE). Se trata de un intento de superar lo que, según él, es una falta de cooperación por parte de las autoridades locales en territorios demócratas.

La promesa de Homan de “inundar” las ciudades santuario, a las que llamó “santuarios para criminales” se dio luego del arresto de dos hombres por el ataque a un agente de ICE con arma de fuego en un aparente robo en Nueva York. La Gran Manzana es una de las llamadas Ciudades Santuario.
“Lo repito, las ciudades santuario son santuarios para delincuentes, y voy a trabajar arduamente para que la Secretaria de Seguridad Nacional cumpla la promesa y el compromiso que el presidente Trump hizo hace varias semanas de que las ciudades santuario son ahora nuestra prioridad. Vamos a inundar la zona”, remarcó Homan, quien se quejó de la falta de apoyo en Nueva York y otras ciudades.

“Lo que vamos a hacer es desplegar más agentes en la Ciudad de Nueva York para buscar a ese tipo malo, para que las ciudades santuario obtengan exactamente lo que no quieren, más agentes en la comunidad y más agentes en el lugar de trabajo”, declaró.
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