
El invierno en Sudamérica se perfila como una temporada de relativa calma climática, según las recientes proyecciones de los científicos del Climate Prediction Center/NCEP/NWS en Estados Unidos. Las condiciones actuales del océano Pacífico ecuatorial reflejan una estabilidad notable, sin señales contundentes de los conocidos fenómenos de El Niño o La Niña. Pero, aunque el presente se mantiene en equilibrio, los ojos de la comunidad científica ya están puestos en un posible cambio para finales de año.
¿QUÉ DICEN LOS CIENTÍFICOS SOBRE LAS CONDICIONES CLIMÁTICAS EN SUDAMÉRICA?
De acuerdo con la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica), las temperaturas de la superficie del mar (SST) en la región del Pacífico ecuatorial han permanecido cercanas al promedio, con variaciones mínimas que no alcanzan niveles significativos. Los indicadores que miden la presencia de El Niño —como el índice ONI— se ubicaron en torno a los cero grados, con valores entre -0.2°C y +0.1°C, lo cual refuerza el diagnóstico de un estado ENSO-neutral.

A nivel subsuperficial, los datos también son estables, aunque se detectaron anomalías cálidas en las profundidades del Pacífico occidental. Por su parte, los patrones de viento en los distintos niveles de la atmósfera se mantuvieron cercanos a lo normal, mientras que la actividad convectiva —es decir, la formación de nubes y lluvias— mostró una distribución desigual: débil en el centro del Pacífico pero más intensa sobre Indonesia, señal de un sistema climático que respira con tranquilidad, pero no sin matices.
Esta neutralidad, conocida como fase ENSO-neutral, es bienvenida por muchos países de Sudamérica, donde los extremos climáticos de El Niño y La Niña suelen tener efectos devastadores: sequías intensas, inundaciones, alteración de cultivos y crisis en la pesca. Sin embargo, los modelos climáticos del International Research Institute for Climate and Society (IRI) y del North American Multi-Model Ensemble coinciden en que esta tregua climática podría no durar más allá de la primavera.

¿VUELVE LA NIÑA? EL PRONÓSTICO PARA FINALES DE 2025
Las proyecciones actuales indican que hay un 74% de probabilidad de que las condiciones neutrales se mantengan entre junio y agosto, y más del 50% de que se extiendan hasta octubre. Pero el panorama comienza a cambiar entre noviembre de 2025 y enero de 2026: las probabilidades de transición hacia La Niña suben al 41%, mientras que la opción de que continúe el ENSO-neutral cae al 46%. El Niño, por ahora, parece poco probable, con menos del 15% de posibilidades.
La Niña, con su tendencia a enfriar las aguas del Pacífico y alterar patrones climáticos globales, podría marcar nuevamente el ritmo de lluvias, sequías y temperaturas extremas en distintas regiones del planeta. Aunque no es una certeza, el solo hecho de que las probabilidades estén casi a la par con la neutralidad genera inquietud entre científicos, agricultores y gobiernos que deben anticiparse a posibles escenarios climáticos críticos.
La próxima actualización oficial sobre esta evaluación climática se publicará el 12 de junio de 2025, aunque la NOAA ofrece reportes semanales en su sitio web para quienes deseen seguir la evolución en tiempo real.











