
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) confirmó que a partir de este viernes comenzará a reducir el tráfico aéreo en decenas de aeropuertos de Estados Unidos.
El anuncio fue realizado durante una conferencia de prensa encabezada por el secretario de Transporte, Sean Duffy, quien explicó que la medida busca aliviar la presión sobre el personal de control aéreo afectado por el prolongado cierre del gobierno.
“Habrá una reducción del 10% en la capacidad en 40 de nuestras ubicaciones”, detalló Duffy, agregando que la disminución será gradual. Según fuentes citadas por ABC News y CBS News, el recorte empezará con un 4% el viernes y alcanzará el 10% la próxima semana.
Entre los aeropuertos más afectados figuran algunos de los más transitados del país, como Hartsfield-Jackson en Atlanta, Dallas/Fort Worth, Chicago O’Hare, Denver Internacional y los tres aeropuertos principales del área de Nueva York. La reducción de vuelos aplicará entre las 6 a. m. y las 10 p. m., pero no afectará los viajes internacionales.

La decisión llega en medio del cierre gubernamental más largo en la historia de Estados Unidos, que ya supera los 37 días. Desde el inicio del bloqueo presupuestario, unos 13.000 controladores aéreos han trabajado sin recibir salario, de acuerdo con la FAA.
El último fin de semana, la mitad de las 30 instalaciones principales del país reportaron escasez de personal, mientras que el 80% de los controladores del área de Nueva York no se presentó a trabajar.
Los efectos ya se sienten en todo el sistema aéreo. Según datos de FlightAware, el miércoles se registraron más de 4.000 retrasos y 171 cancelaciones de vuelos dentro y fuera de Estados Unidos.
“Reconocemos que los controladores han estado trabajando con un enorme esfuerzo durante cinco semanas sin compensación, y empezamos a ver señales de fatiga en el sistema”, advirtió el administrador de la FAA, Bryan Bedford.

Duffy también expresó su preocupación por la situación económica del personal.
“Lo que estamos viendo es que nuestros controladores, por la presión financiera, están tomando trabajos secundarios”, dijo. “No quiero que hagan eso. Quiero que vengan a trabajar. Les hemos pedido que lo hagan, pero entiendo que intentan cubrir sus gastos diarios”.
Mientras tanto, las aerolíneas buscan mitigar el impacto en los pasajeros. American Airlines aseguró que “la gran mayoría de los viajes continuará según lo previsto”, aunque ofrecerá reembolsos y cambios sin penalización.
United Airlines y Delta Air Lines también anunciaron políticas de flexibilidad similares para quienes deban modificar sus vuelos durante este periodo.
Lista de aeropuertos afectados por el cierre del Gobierno, según ABC News y CBS News:
- Anchorage International
- Hartsfield-Jackson Atlanta International
- Boston Logan International
- Baltimore/Washington International
- Charlotte Douglas International
- Cincinnati/Northern Kentucky International
- Dallas Love Field
- Ronald Reagan Washington National
- Denver International
- Dallas/Fort Worth International
- Detroit Metropolitan Wayne County
- Newark Liberty International
- Fort Lauderdale/Hollywood International
- Honolulu International
- Houston Hobby
- Washington Dulles International
- George Bush Houston Intercontinental
- Indianapolis International
- New York John F. Kennedy International
- Las Vegas McCarran International
- Los Angeles International
- New York LaGuardia
- Orlando International
- Chicago Midway International
- Memphis International
- Miami International
- Minneapolis/St. Paul International
- Oakland International
- Ontario International
- Chicago O’Hare International
- Portland International
- Philadelphia International
- Phoenix Sky Harbor International
- San Diego International
- Louisville International
- Seattle/Tacoma International
- San Francisco International
- Salt Lake City International
- Teterboro
- Tampa International
Claves para entender el cierre del Gobierno en EE. UU.
El cierre del Gobierno federal de Estados Unidos, conocido como “shutdown”, se debe a un estancamiento político entre los partidos Demócrata y Republicano en el Congreso, quienes no logran aprobar a tiempo el proyecto de ley de gastos necesario para financiar las operaciones del gobierno.
La raíz del problema es una disputa por el presupuesto anual. Las facciones no llegan a un acuerdo sobre los niveles de gasto, especialmente en temas sensibles. Las diferencias principales giran en torno a la extensión de subsidios de seguros médicos, los niveles generales de gasto federal y el financiamiento de programas sociales y de seguridad, siendo un pulso entre las prioridades Demócratas y las demandas de control de gasto Republicanas.

Dado que la financiación gubernamental vence a la medianoche del último día del año fiscal (30 de septiembre), si no se aprueba una ley de gastos o una medida temporal de financiación (llamada Continuing Resolution), se ordena el cierre de todos los servicios gubernamentales considerados “no esenciales”.
En cuanto a cuándo terminará, no hay una fecha fija. El shutdown se extiende hasta que ambas cámaras del Congreso (Cámara de Representantes y Senado) logran aprobar un proyecto de ley de gastos que pueda ser firmado por el presidente.
La duración es incierta y depende completamente de la capacidad de los líderes de los partidos para superar sus diferencias políticas.
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