
El Christmas Eve Jazz Jam, tradicional concierto de jazz de Nochebuena, no se realizó este año en Washington luego de que su anfitrión decidiera retirarse en señal de protesta.
El músico Chuck Redd canceló el evento anual tras mostrarse “entristecido” por el reciente cambio de nombre del Kennedy Center, que ahora incluye el apellido del presidente Donald Trump.
El concierto, conocido como “Christmas Eve Jazz Jam”, se llevaba a cabo desde hacía más de dos décadas y se había convertido en una tradición navideña en la capital del país; sin embargo, Redd, baterista y vibrafonista, consideró que ver el nombre del presidente en el edificio fue un límite que no podía aceptar.
“Cuando vi el cambio de nombre en el sitio web del Kennedy Center y, horas después, en el edificio, decidí cancelar nuestro concierto”, explicó en un comunicado enviado a la agencia Associated Press.
El músico también expresó su decepción en declaraciones a CNN. “He estado actuando en el Kennedy Center desde el inicio de mi carrera y me entristeció ver este cambio de nombre”, afirmó.

Poco después de su anuncio, el concierto gratuito, que también estaba previsto para transmitirse en vivo, apareció oficialmente marcado como “cancelado” en el sitio web del Trump-Kennedy Center.
El 18 de diciembre, la junta directiva del recinto anunció que había votado de manera “unánime” para añadir el nombre de Trump al centro cultural, una decisión que provocó una fuerte reacción entre críticos del presidente.
Trump aseguró ante la prensa que estaba “sorprendido” y “honrado” por el cambio, aunque en meses anteriores ya había insinuado que esta posibilidad estaba sobre la mesa. Incluso llegó a referirse públicamente al lugar como el “Trump-Kennedy Center” antes de que el anuncio fuera oficial.
Líderes demócratas del Congreso y otros opositores al rebautizo sostienen que la junta no tiene autoridad para cambiar de forma unilateral el nombre de un centro inaugurado en 1971 en honor al expresidente John F. Kennedy.

Tras asumir su segundo mandato, Trump removió a los miembros designados por Joe Biden, se nombró a sí mismo presidente de la junta y designó a su aliado Ric Grenell como director ejecutivo interino, además de incorporar a nuevos miembros cercanos a su entorno.
Las decisiones generaron rechazo en el ámbito artístico. Lin-Manuel Miranda y otros creadores anunciaron que no presentarán producciones ni realizarán eventos en el recinto.
En respuesta, Grenell afirmó que “las artes son para todos, no solo para las personas que le agradan o con las que coincide Lin”
“El pueblo estadounidense necesita saber que [Miranda] es intolerante con quienes no están de acuerdo con él políticamente. Los estadounidenses te ven, Lin”, agregó.

Pese a la controversia, Trump prometió impulsar una “Edad Dorada en las Artes y la Cultura” en el Trump-Kennedy Center y sostuvo que el complejo necesitaba una renovación.
“Queremos devolverlo mejor que nunca”, dijo antes de una función de ‘Los Miserables’, cuya noche de estreno fue boicoteada por algunos integrantes del elenco.
El Congreso aprobó posteriormente unos 250 millones de dólares para remodelar el recinto y, este mes, Trump se convirtió en el primer presidente en la historia de Estados Unidos en conducir la ceremonia de los Kennedy Center Honors.
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