Un hombre oriundo de Reino Unido padeció coronavirus por un total de 505 días, notificó un grupo de científicos británicos. Integrantes del Guy’s & St. Thomas’ NHS Foundation Trust revelaron que “sin duda, parece ser la infección por COVID-19 más prolongada desde el inicio del brote a fines de 2019″.
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El hallazgo fue reportado por el doctor Luke Blagdon Snell días antes de brindar una conferencia sobre “casos persistente de coronavirus” en Portugal. El caso más prolongado hasta ese momento solía ser el de una mujer en Maryland que había dado positivo en COVID-19 por 335 días seguidos.
La investigación llevada a cabo por el equipo de Snell buscó determinar cómo las variantes mutan y evolucionan en personas con infecciones prologadas. Del estudio, participaron nueve pacientes que padecían la enfermedad infecciosa de hace ya ocho semanas atrás.
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Todos tenían sistemas inmunitarios debilitados debido a trasplantes de órganos, VIH, cáncer o tratamientos de otras enfermedades. Exámenes repetidos mostraron que sus infecciones persistieron un promedio de 73 días, mientras que solo dos pacientes portaron la enfermedad infecciosa por más de un año.
En cada prueba, los científicos analizaron el código genético del virus en cada uno de los pacientes para tener la certeza de que se trataba de la misma cepa y que las personas no tuvieron COVID-19 más de una vez. La secuenciación genética mostró que el virus cambiaba con el tiempo e incluso se adaptaba al entorno.
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“En el COVID-19 largo, se asume en general que el virus fue eliminado del cuerpo pero persisten los síntomas”, dijo Snell, para luego agregar: “En la infección persistente, ello representa una replicación continua y activa del virus dentro del cuerpo humano”.
Aun así, en ninguno de los pacientes se generaron nuevas mutaciones que se convirtieran en variantes de preocupación. Tampoco hay evidencia de que hayan propagado el virus a otros. Fue durante los ensayos que el grupo de investigadores dio con el británico en cuestión, cuyo nombre se mantuvo en secreto.
El hombre dio positivo en 2020, se trató la enfermedad infecciosa con Remdesivir y falleció en 2021. Todavía se desconoce la causa de muerte del sujeto, que tenía enfermedades preexistentes. El resto de pacientes en los ensayos sobrevivieron al virus, ya sea con la ayuda de tratamiento o sin ella.
Uno solo de los individuos todavía tiene el virus. Hasta el momento, se encuentra cursando el día 412 de la infección. Los investigadores confían en que se desarrollarán más tratamientos para ayudar a las personas con infecciones persistentes a vencer al virus.
Aunque los casos de infección persistente son raros, los expertos aseguran que existen muchas personas con sistemas inmunitarios débiles que son vulnerables a sufrir COVID-19 severo y que intentan mantenerse a salvo desde que algunos gobiernos levantaron las restricciones y la gente comienza a quitarse las mascarillas.
Con información de AP.