El jefe del Pentágono, Mark Esper, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. (Foto: AP)
El jefe del Pentágono, Mark Esper, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. (Foto: AP)
Redacción EC

La polémica por la gestión de las protestas por la muerte del afroamericano crece en Estados Unidos a la par de la indignación ciudadana. Este miércoles, el jefe del Pentágono, Mark Esper, marcó distancia con el presidente estadounidense Donald Trump y se mostró abiertamente en desacuerdo con usar a los militares para frenar la multitudinaria ola de manifestaciones.

El lunes, Trump amenazó con desplegar a los militares para “arreglar rápidamente la situación”. Sin embargo, Esper afirmó que cree que las tropas en activo “solo deberían ser usadas como un último recurso y solo en las situaciones más urgentes y graves”.

George Floyd fue asfixiado por un policía blanco en Minneapolis, Minnesota. Su muerte desató una multitudinaria ola de protestas en todo Estados Unidos contra el racismo y la brutalidad policial. Casi diez días después del deceso de Floyd las movilizaciones siguen en grandes ciudades como Washington, Nueva York, Houston y Los Ángeles, pese al toque de queda decretado después de los disturbios del fin de semana.

No apoyo que se use la Ley de Insurrección [que le permitiría a Trump recurrir a militares en actividad para la tarea policial de reprimir las protestas]", dijo Esper en una rueda de prensa, en referencia al contingente de reservistas.

"Siempre he creído y sigo creyendo que la Guardia Nacional es más adecuada para prestar apoyo interno a las autoridades civiles en estas situaciones”, agregó.

En sus declaraciones en el Pentágono, Esper criticó enérgicamente a la policía de Minneapolis por el incidente de la semana pasada que encendió las protestas.

La muerte de George Floyd a manos de un policía de Minneapolis es un crimen horrible. Los agentes en la escena ese día deberían ser responsables de su muerte. Es una tragedia que hemos visto repetirse demasiadas veces. Con gran simpatía, quiero expresar el más sentido pésame a la familia y amigos de George Floyd de parte mía y del Departamento (de Defensa). El racismo es real en Estados Unidos, y todos debemos hacer todo lo posible para reconocerlo, confrontarlo y erradicarlo”, puntualizó.

Mark Esper durante una visita a los oficiales militares de la Guardia Nacional que custodian la Casa Blanca en medio de los disturbios tras la muerte de George Floyd. (Foto: Reuters / Carlos Barria)
Mark Esper durante una visita a los oficiales militares de la Guardia Nacional que custodian la Casa Blanca en medio de los disturbios tras la muerte de George Floyd. (Foto: Reuters / Carlos Barria)
/ CARLOS BARRIA

La invocación de la Ley de Insurrección ha sido motivo de discusión desde que Trump habló de utilizar a las fuerzas armadas para aplastar las protestas violentas. Esper ha autorizado el desplazamiento de varias unidades del ejército a bases militares en las afueras de la capital, pero sin llamarlas a la acción.

Esper ha recibido críticas incluso de altos oficiales militares retirados por participar el lunes por la tarde de la caminata de Trump desde la Casa Blanca hasta la iglesia episcopal de San Juan, que había sufrido daños en las manifestaciones.

El jefe del Pentágono admitió que fue un error posar junto a Trump.

Hago lo posible por permanecer apolítico y por evitar situaciones que pueden parecer políticas”, indicó. “A veces lo logro y otras no”.

Exmilitar con experiencia

No es la primera vez que Mark Esper, un ex militar convertido en un ejecutivo de la industria de la Defensa, marca distancia de Trump. A inicios del año, el secretario de Defensa no defendió la tesis que el presidente Trump compartió a Fox News, en el sentido de que cuatro embajadas de su país eran foco inminente de Irán.

Esper, de 55 años, asumió la jefatura del Pentágono en junio del 2019 en reemplazo de Patrick Shanahan, quien dejó el cargo cuando se hizo público un historial de incidentes violentos dentro de su familia.

Combatió en Irak durante la guerra del Golfo en 1991. Formaba parte de la célebre 101ª división aerotransportada estadounidense, distinguida hace poco durante las conmemoraciones del 75° aniversario del desembarco de Normandía.

Asesoró a varios senadores estadounidenses, entre ellos el republicano Chuck Hagel, que se convirtió luego en Secretario de Defensa.

Esper llevaba siete años trabajando como ejecutivo en el grupo de Defensa Raytheon, cuando el presidente estadounidense lo eligió en el 2017 para ser secretario del ejercito de tierra.

Desde entonces, ese hombre callado, casado y padre de tres hijos adultos, recorrió incansablemente las universidades estadounidenses para intentar reclutar a jóvenes preparados para servir en un ejército con un componente cada vez más tecnológico.

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