El papa Francisco tramitó su nuevo documento de identidad y su nuevo pasaporte argentinos para viajar por el mundo con la documentación que emplearía cualquiera de sus compatriotas.
Jorge Bergoglio recibirá en los próximos días sus documentos renovados "en el Domus de Santa Marta en el Vaticano, donde declaró residencia", señaló el lunes en un comunicado el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo.
"Su santidad se comunicó con Juan Pablo Cafiero, nuestro embajador ante el Vaticano, y le informó que quería seguir viajando por el mundo con el pasaporte argentino, por lo que el viernes a través del centro digital que tenemos funcionando en Roma se inició su trámite", indicó Randazzo.
Cafiero dijo a The Associated Press que el viernes acudió con otro funcionario de la embajada a la residencia del Papa en el Vaticano para hacerle los trámites de renovación de los documentos. En el caso del pasaporte, el vencimiento estaba previsto en setiembre u octubre. El embajador dijo que el nuevo pasaporte del pontífice cumple con las nuevas medidas de seguridad requeridas en Argentina para ese tipo de documentación.
Cafiero también señaló que el Papa quería tener su pasaporte listo "para viajar" y que insistió en pagarlo de su bolsillo. "¿Cuánto debo?', dijo el embajador que preguntó Bergoglio, quien no se acordaba del costo. La renovación de un pasaporte en Argentina sale 400 pesos (55 dólares) y la del DNI 35 pesos (4,49 dólares)
El ministro informó que Francisco pidió expresamente no gozar de ningún privilegio y que por tanto su nuevo Documento Nacional de Identidad y su pasaporte fueron tramitados bajo las vías administrativas normales.
Los miembros de la embajada acudieron a la residencia del Pontífice con una computadora portátil del consulado argentino para hacer la foto y registrar la huella dactilar. El trámite duró 15 minutos.
La imagen en ambos documentos muestra a un Bergoglio con gesto serio.
Randazzo destacó el hecho de que a pesar de poder contar con un pasaporte expedido por el Vaticano el pontífice eligió renovar sus documentos "para viajar por el mundo en su tarea de máximo representante de la Iglesia Católica con un documento de viaje como el de cualquier ciudadano argentino".