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“Se les permite matar, torturar y mutilar a nuestra gente, usar bombas y hacernos volar por los aires, ¿pero nosotros no podemos tocar sus tesoros culturales? Las cosas no funcionan así”. Así amenazó Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, al histórico patrimonio cultural de Irán, en medio de las tensiones por la muerte del general Qasem Soleimani.
Aunque este martes debió rectificarse ante la ola de críticas de la comunidad internacional, incluyendo la Unesco, la advertencia sobre lo que podría pasar con los símbolos de la cultura iraní ha quedado en el aire.
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“Piénselo: matan a nuestra gente, hacen explotar a nuestra gente y luego tenemos que ser muy gentiles con sus instituciones culturales. Pero estoy de acuerdo con eso. Pero si esa es la ley, me gusta obedecer la ley”, subrayó en una conferencia de prensa en el Salón Oval, cuando los periodistas le recordaron que Estados Unidos se adhirió en 1954 a la Convención de La Haya, por la cual los países se comprometen a "tomar todas las medidas posibles” para proteger las propiedades culturales y deben abstenerse “de cualquier acto de hostilidad en contra de dichas propiedades”.
No obstante, Trump advirtió de que si Irán “hace algo que no debería estar haciendo, sufrirá las consecuencias y con mucha fuerza”.
El sábado, Trump escribió en Twitter que estaban en la mira 52 objetivos iraníes que podía ser atacados en caso de alguna represalia. Y agregó: “Algunos son de una gran importancia para Irán y la cultura iraní”.
Estados Unidos, por iniciativa del actual mandatario, se retiró de la Unesco el 1 de enero del 2019 argumentando un sesgo antiisraelí.
El tesoro cultural iraní
Irán alberga 22 sitios culturales inscritos en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Estas son solo algunos de sus tesoros, y que estarían en peligro en caso de algún bombardeo:
Las ruinas de Persépolis
Tienen una antigüedad de más de 2.500 años. Su construcción empezó en el 521 AC por orden de Darío I y fue la capital del imperio persa durante la dinastía Aqueménida.
En un principio, Persépolis se levantó sobre una terraza de 12 metros de altura, que se localizaba en medio de la formación rocosa de Kuh-e-Rahmat y bajo las ruinas de una antigua ciudad llamada Uvadaicaya.
Darío I no pudo ver terminado el proyecto, el cual fue terminado durante el reino de su nieto Artajerjes I.
El complejo, que se terminó en el año 424 AC, rápidamente se consolidó como el símbolo del poderío persa y albergó las instituciones administrativas más importantes del imperio.
Sin embargo, la ciudad fue conquistada y destruida parcialmente por Alejandro Magno en 331 A.C
Persépolis está en la lista de patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1979.
Palacio de Golestán
Es un complejo palaciego que fue utilizado como residencial real por la dinastía Kayar (1785-1925). Desde el 2013 es patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Se inició su construcción durante el reinado de Tahmasp I Safaví.
La Torre Azadi
Es el monumento más representativo de la ciudad de Teherán. Fue diseñada por el arquitecto Hossein Amanat en 1966, tras ganar un concurso para construir lo que sería el emblema de la capital.
La torre, de 45 metros, fue inaugurada el 16 de octubre de 1971, como parte de la conmemoración de los 2.500 años de la monarquía iraní, cuando aún gobernaba el sha de Irán.
El edificio, que es visible desde muchas zonas de la ciudad, alberga un museo y un mirador.
Plaza de Naqsh-e Yahán
Fue construida entre 1598 y 1629 en la ciudad de Isfahán. Fue declarada patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979. Con 89 mil metros cuadrados de área, es la plaza má grande de Irán y una de las más grandes del mundo.
A partir de la dinastía safávida, fue rodeada por monumentos históricos de la época. Al este de la plaza se encuentra la mezquita Lutfallah, al norte está una de las puertas del bazar de Isfahán, al oeste está el palacio de Ali Qapu y al sur la mezquita del Shah.
