El presidente ruso, Vladimir Putin, en Moscú, Rusia. (Foto: Thibault Camus/Pool vía REUTERS/ archivo).
El presidente ruso, Vladimir Putin, en Moscú, Rusia. (Foto: Thibault Camus/Pool vía REUTERS/ archivo).
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Agencia AFP

Las potencias occidentales amenazaron este viernes con imponer a sanciones “severas”, que golpearán los sectores financiero y energético, en caso de que el presidente Vladimir Putin ordene invadir Ucrania, algo que Estados Unidos teme que ocurra de forma inminente.

Esas amenazas fueron comunicadas tras una videoconferencia en la cual participó el presidente estadounidense, Joe Biden, y los jefes de Estado o de Gobierno de seis países aliados (Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Polonia y Canadá) junto a los dirigentes de la OTAN y de la Unión Europea (UE).

“Todos los esfuerzos diplomáticos buscan persuadir a Rusia de ir hacia la desescalada. El objetivo es impedir una guerra en Europa”, tuiteó tras el cónclave el portavoz del jefe de gobierno alemán.

Pero “los aliados están determinados a tomar juntos sanciones rápidas y severas contra Rusia si se presentan nuevas violaciones de la integridad territorial y la soberanía de Ucrania”, agregó.

Las sanciones apuntarán principalmente contra “los sectores de las finanzas y la energía, así como las exportaciones de productos de tecnología de punta”, afirmó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, citada en un comunicado de este organismo, considerado como el Ejecutivo de la Unión Europea.

Estados Unidos estima que Rusia podría pasar a la acción en Ucrania en cualquier momento”, incluso antes del final de los Juegos Olímpicos de Beijing programado para el 20 de febrero, señaló el viernes el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.

“Seguimos viendo señales de escalada rusa, incluida la llegada de nuevas fuerzas a la frontera con Ucrania”, declaró Sullivan a periodistas en Washington. Sin embargo, Estados Unidos “no está diciendo” que Putin haya tomado ya la decisión de invadir, precisó.

El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, consideró poco antes que Rusia podía invadir Ucrania “en cualquier momento”, tras haber concentrado más de 100.000 militares y armas pesadas en su frontera con esa exrepública soviética.

Tanto Reino Unido como Estados Unidos instaron a sus ciudadanos a salir de rápidamente de Ucrania.

“Instamos a los ciudadanos británicos en Ucrania a salir inmediatamente por medios comerciales mientras estén disponibles”, dijo un portavoz del gobierno británico.

La Casa Blanca urgió a salir del país “en las próximas 24 a 48 horas”.

El presidente Biden descartó sin embargo el envío de soldados a Ucrania, ni siquiera para evacuar a sus ciudadanos en caso de invasión, porque eso podría provocar una “guerra mundial”.

Temores de guerra

El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo en la videoconferencia “temer por la seguridad de Europa en las circunstancias actuales”.

En los últimos días se incrementaron las discusiones entre las partes, pero no se ha logrado ningún avance para resolver la crisis, que los occidentales describen como la más peligrosa desde el fin de la Guerra Fría, hace tres décadas.

Rusia, que se anexionó la península de Crimea en 2014, niega cualquier intención bélica hacia Ucrania, pero condiciona la desescalada a que la OTAN le asegure que ese país nunca será incorporado a la Alianza militar transatlántica. Una condición que los occidentales consideran inaceptable.

En paralelo, Moscú anunció nuevas maniobras militares en la frontera ucraniana, que se suman a las que ya está realizando desde el jueves en Bielorrusia, un país vecino de Ucrania.

Además, la Marina rusa está realizando maniobras en el mar Negro.

Los líderes europeos se adentraron en un frenesí diplomático en las últimas semanas para tratar de desactivar la crisis, incluyendo visitas a Moscú del presidente francés y próximamente del jefe de gobierno alemán.

Las negociaciones a cuatro bandas celebradas el jueves en Berlín, en las que participaron Rusia, Ucrania, Alemania y Francia, evidenciaron la brecha que separa a Moscú de los occidentales y de su aliado ucraniano.

Rusia lamentó el viernes que esas discusiones no arrojaran “ningún resultado”.

La presidencia francesa informó, por su parte, que Macron hablará el sábado con Putin.

Moscú insiste además en que el gobierno ucraniano negocie directamente con los separatistas prorrusos del este, a quienes el ejército ucraniano combate desde 2014 en un conflicto que ha dejado más de 13.000 muertos.

Pero Ucrania se niega, considerando que el único interlocutor legítimo es el gobierno ruso, al que acusa de apoyar a los separatistas.

Aún así, Kiev señaló el viernes que “todo el mundo tiene voluntad de obtener un resultado” y que las negociaciones continuarán.

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