Brittany Maynard tiene cáncer cerebral y solo le quedan 48 horas de vida antes de que voluntariamente acceda a la eutanasia en Estados Unidos. Sin embargo, difundió un nuevo video, en el que defiende su derecho a una muerte digna pero dice que tal vez “ahora no parece ser el momento indicado”.
“Si llega el 2 noviembre y he muerto, espero que mi familia esté orgullosa de mí y de las decisiones que tomé”, declaró en un video difundido por la ONG Compassion & Choices que busca implantar una legislación nacional para la eutanasia.
“Pero si llega el 2 de noviembre y aún estoy aquí, sé que simplemente vamos a continuar como la familia que somos y esa decisión llegará más adelante”, dice en el video grabado en su hogar de Oregón.
Maynard padece de glioblastoma multiforme de grado IV. Cuando se enteró aún era abril y los médicos le informaron que tenía una expectativa de vida de solo seis meses. A comienzos de octubre, su decisión estaba tomada: ella quería morir dignamente con medicamentos médicos adecuados.
“Me lastima cuando la gente me crítica por no esperar más tiempo, cuando en verdad me arriesgo todos los días que despierto”, cuenta entre sollozos la joven.
“Lo hago porque todavía me siento lo suficientemente bien, aún tengo alegría, río con mis amigos y familia. Parece no ser el momento adecuado justo ahora”, enfatiza.
No obstante, sabe que ese día tiene que llegar. “Va a llegar, porque me siento cada vez más enferma cada semana que pasa”, confiesa.
“Aún salgo y camino con mi marido, mis perros y mi familia, son cosas que me dan una sensación de salud. Pero desde el 1 de enero cuando me diagnosticaron, todo fue de mal en peor y ya saben, es lo que sucede cuando se sufre de una enfermedad terminal”.
“Debido a mi enfermedad he perdido mi autonomía. Lo peor que podría suceder es que espere demasiado tiempo. Estoy aprovechando cada día que pasa”.
Maynard cuenta de sus convulsiones. Un día se le presentaron dos y fue esa vez que no pudo ni pronunciar el nombre de su esposo. “Sabía que este era mi marido pero yo no podía decir su nombre”, inmediatamente fue internada.
En un momento doloroso de la grabación, Maynard no evita quebrarse y relata cómo le gustaría que fuera la vida de su familia tras su muerte.
"Si todos mis sueños se volvieran realidad, de alguna manera sobreviviría a esto”, el llanto la interrumpe hasta que finaliza “Pero… pero muy probablemente eso no suceda".
“Yo quiero que mi madre se recupere de mi perdida, soy hija única, no quiero que caiga ni que sufra de depresión. Quiero que mi esposo tenga una familia. Sé que lo somos ahora, pero no quiero que viva extrañándome el resto de su vida. Quiero que siga su vida y se convierta en padre”.
La respuesta de su madre, Debbie Ziegler, fue “No es mi trabajo decirle cómo tiene que vivir o morir, mi trabajo es amarla durante todo este proceso”.
En tanto, Dan Diaz, su esposo, dijo: “Estamos llevando su día a día adelante. Es la única manera. Uno olvida lo material y las cosas a las que la sociedad se aferra. Recién allí nos damos cuenta que lo que realmente importan son los momentos de desprendimiento que uno vive con quienes ama”.