Poniendo fin a un ciclo electoral marcado por lo inesperado (el triunfo de Javier Milei en las primarias de agosto y la remontada de Sergio Massa en la primera vuelta de octubre), los encuestadores y analistas toman con cautela las cifras de los últimos días. Nadie se anima a pronosticar un resultado en este balotaje, pero se percibe un escenario de paridad. En las calles, centros de trabajo y reuniones familiares, las opiniones se dividen.
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“Esta vez la sorpresa sería que uno de los dos alcanzara una amplia diferencia”, nos dice Martín Rodríguez Yebra, secretario de redacción del diario “La Nación”.
En las cuatro semanas posteriores a la primera vuelta, el fuego cruzado se intensificó con calificativos personales, acusaciones de guerra sucia y hasta denuncias de irregularidades en el sistema electoral. Ya sin otros competidores en carrera, tanto el oficialista Massa como el libertario Milei trazaron una línea entre las opciones.
“Vamos a ver qué predomina: si la división democracia vs. antidemocracia que trató de instalar Massa o si la del cambio vs. continuidad a la que ha apelado Milei”, refiere la politóloga e historiadora Camila Perochena.
23% de ausentismo hubo en la primera vuelta del 22 de octubre.
— Mochila inflacionaria —
El 36,8% obtenido un mes atrás en la primera vuelta le dio un envión anímico al candidato del frente peronista Unión por la Patria. Con una inflación anual de 142% y una pobreza de 40%, el mayor desafío para Massa en estos meses ha sido despegarse de su traje de ministro de Economía.
“Pese a que forma parte de la actual gestión, ha buscado transmitir que si gana él se inicia un nuevo gobierno en el que va a tomar otras decisiones”, anota Roberto Starke, director de Infomedia Consulting.
Para Rodríguez Yebra, pese a tener un techo bajo por la situación económica, el candidato-ministro mantiene opciones de ganar debido a que enfrente tiene a Milei, un personaje disruptivo que genera dudas y temores en un sector de la población. “Por cómo está la economía, si Massa estuviera enfrentando a un candidato más tradicional, hoy estaríamos hablando de una elección ya decidida”, refiere.
Según los analistas, ciertas posturas del economista libertario en temas sensibles como género, memoria o seguridad provocan que en algunos electores la variable económica no sea la única por tener en cuenta.
“Mucha gente detesta al kirchnerismo, pero al mismo tiempo te dicen que no podrían votar por un candidato que niega el cambio climático o que señala que la dictadura no tuvo un plan para desaparecer personas”, refiere el secretario de redacción de “La Nación”.
Algunas de estas posturas polémicas de Milei, junto con propuestas económicas como la reducción de subsidios, fueron usadas por el sector oficialista para generar contenidos virales y afiches callejeros. Banners con el título “Milei no”, a los que agregaron conceptos como “Caos, armas, venta de órganos, voucher educación” se vieron en algunas avenidas principales de Buenos Aires en las últimas dos semanas.
El postulante de La Libertad Avanza criticó esta estrategia publicitaria y señaló que desde el mismo gobierno se promovió una “campaña del miedo”. Con la idea de contrarrestar ello, durante su último spot, el economista llamó a la ciudadanía a votar hoy para que “la esperanza venza al miedo”.
40 años del retorno a la democracia celebra Argentina este 2023 tras la última dictadura militar (1976-83).
— El reto de crecer —
La noche del 22 de octubre, tras alcanzar el 30% de los votos en la primera vuelta, Javier Milei no habló de decepción. No había crecido respecto a las primarias –donde sorpresivamente fue el más votado–, pero puso en valor lo conseguido por su joven agrupación en corto tiempo.
“Si hace dos años me hubieran dicho que íbamos a estar disputando el balotaje con el kirchnerismo, realmente no lo hubiera creído”, dijo aquella noche.
A partir de ahí vino el desafío de captar votantes de tiendas ajenas. Rápidamente se tendió el puente con el exmandatario Mauricio Macri y con Patricia Bullrich, la candidata de la coalición de centroderecha Juntos por el Cambio que había quedado tercera con 24%.
Camila Perochena considera que esta alianza fue un paso clave del economista en su intento por construir una estructura. “Pero podría ser un arma de doble filo. Porque busca generar mayor certidumbre respecto a su gobierno, pero también se desdibuja la imagen de anticasta que construyó y le generó atractivo”, precisa.
Para asegurar los votos de Juntos por el Cambio y capturar otros tantos del peronista disidente Juan Schiaretti (el gobernador de Córdoba que quedó cuarto en la primera vuelta con 7%), Milei tuvo que moderar parte de su discurso y salir a aclarar varios puntos de discusión.
“Empezó a transmitir la idea de que varias de sus propuestas, principalmente aquellas ligadas a la reducción de subsidios, no iban a ser para ahora o no iban a hacerse exactamente como decían sus detractores”, describe Rodríguez Yebra.
Consciente de la fuerza electoral del peronismo en la provincia de Buenos Aires, bastión histórico de este movimiento, el candidato de La Libertad Avanza priorizó cerrar su campaña en el interior del país. “Buscó consolidar su fuerza en provincias importantes como Mendoza, Santa Fe y Córdoba, tratando de equilibrar la balanza ante un potencial triunfo peronista en el mayor distrito electoral”, explica Starke.
Edad: 51
Profesión: Abogado
Nacimiento: San Martín (provincia de Buenos Aires)
Trayectoria: Fue diputado de la provincia de Buenos Aires, intendente de Tigre, diputado de la nación y es el actual ministro de Economía (desde julio del 2022)
Primera vuelta: 36,78% de los votos.
Edad: 53
Profesión: Economista
Nacimiento: Buenos Aires
Trayectoria:Presidente del Partido Libertario desde el 2019 y diputado de la nación desde fines del 2021, fue columnista en varios diarios desde el 2012
Primera vuelta: 30% de los votos
— El país que se viene —
Sea Massa o Milei el ganador, los analistas indican que el primer discurso del jefe de Estado electo deberá apuntar a calmar los mercados. Uno de los primeros asuntos por resolver será la actualización del dólar oficial, el cual fue congelado por Massa tras las elecciones primarias. “La inflación corrió casi un 40% durante este período. Hay un atraso cambiario importante. Después de la elección, es casi un hecho que habrá un salto devaluatorio”, sostiene Rodríguez Yebra.
Una eventual llegada de Massa a la presidencia abre la interrogante del rol que tendría la actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en la gestión. Camila Perochena, que ha investigado de cerca a la exgobernante en su libro “Cristina y la historia. El kirchnerismo y sus batallas por el pasado”, refiere que si Massa vence hoy, habrá un reordenamiento en el frente.
“Cristina ha estado ausente en la campaña, pero eso no significa que en el gobierno vaya a continuar siendo así. De todos modos, si Massa gana la presidencia, se convertirá en el líder del peronismo. A diferencia de Alberto Fernández, Massa es un político más habilidoso para hacer valer su liderazgo”, explica.
Un triunfo del libertario abriría un clima de negociación. Debido a que no cuenta con mayorías legislativas, para gobernar Milei tendría que establecer puentes con potenciales aliados. “Si quiere pasar leyes, va a tener que negociar. ¿El apoyo que le dio una parte de Juntos por el Cambio qué condiciones implica? ¿Cuánta capacidad de negociación o de ceder tiene Milei? Se abren varias preguntas”, avizora Perochena.
Después de varios meses intensos de campaña, el silencio electoral de este fin de semana no ha alcanzado para aquietar a un país en vilo. Los ejercicios de futurología terminarán esta noche, cuando, por fin, el jurado electoral proclame al nuevo inquilino de la Casa Rosada hasta fines del 2027.