El recibió este jueves en el Vaticano a varios miles de víctimas de los recientes sismos registrados en agosto y octubre en el centro de Italia, insistiendo en la importancia de "reconstruir no sólo las casas, sino también los corazones".

Después de escuchar atentamente los testimonios de un padre de familia y de un sacerdote de la región, el papa dijo que quería ahorrarles "un sermón" a las víctimas, aunque señaló con severidad el papa Francisco que "las heridas curarán, pero quedarán las cicatrices".

"Hemos perdido nuestras casas, pero nos hemos convertido en una gran familia", acababa de comentar un sacerdote de una de las zonas siniestradas, mencionando las noches en que los damnificados tuvieron que dormir en autos o en tiendas de campaña.

"Estoy orgulloso de los sacerdotes que no abandonaron su tierra, pastores que cuando ven al lobo no huyen", alabó el papa Francisco, improvisando su discurso.

El papa Francisco Alentó a las poblaciones afectadas a "recomenzar sin perder la capacidad de soñar", estimando que "sólo la esperanza puede ayudar a reconstruir".

El papa argentino bautizará, el domingo en la capilla Sixtina del Vaticano, a ocho recién nacidos de la región de Amatrice

El 4 de octubre pasado realizó una visita sorpresa a esta región devastada por un terremoto el 24 de agosto, en el que murieron 300 personas, rezando en silencio en medio de los escombros y llamando mediante un megáfono a los sobrevivientes a salir adelante.

Unas 28.000 personas fueron tomadas a su cargo por el Estado italiano después de los tres sismos que golpearon al centro de Italia.

Fuente: AFP

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