En apenas 48 horas, casi 200 diplomáticos rusos fueron expulsados de diversos países europeos, en represalia por la matanza atribuida a las fuerzas militares de ese país contra civiles ucranianos en Bucha, cerca de Kiev.
Aunque el Kremlin ha señalado que se trata de un montaje, el mundo continúa indignado sobre las crudas imágenes difundidas. En las últimas semanas, varios países europeos ya habían expulsado a funcionarios rusos de sus legaciones diplomáticas, pero el cerco se intensificó, sobre todo desde Alemania, Francia, Dinamarca, Italia, Suecia, España y los países bálticos.
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Moscú ya dijo que se trata de una “campaña planificada” y que responderá a la ola de expulsiones, pero lo cierto es que, por ahora, parece no haber un punto de retorno en las relaciones entre Rusia y Europa occidental.
“Esto conllevará inevitablemente medidas de represalia”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
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El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, anunció este martes que fueron declarados “persona non grata” varios miembros de la representación de Rusia ante la UE, a causa de “actividades contrarias” a su estatuto de diplomáticos, sin precisar ni el número ni la fecha de su expulsión.
Según un recuento de la AFP, cerca de 300 diplomáticos rusos han sido expulsados en total de varios países de la Unión Europea desde el inicio de la ofensiva rusa a fines de febrero.
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Siendo así, las relaciones diplomáticas entre Rusia y el resto de Europa se siguen degradando. ¿Se podrán reparar en un mediano plazo?
“Así como están las cosas hoy, es difícil pues cada día se acrecientan las sanciones hacia Rusia”, responde a El Comercio Ani De la Quintana, directora asociada de Control Risks, consultora en gestión de riesgos globales.
“Sera muy complicado en el corto y mediano plazo pues hay muchos hitos que se deben alcanzar, desde el cese del fuego, el retiro de fuerzas militares rusas de territorio ucraniano, pasando por la fluidez de corredores humanitarios y las investigaciones sobre crímenes de guerra”, agrega.
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El boicot se acrecienta
Pero no solo se trata de diplomáticos expulsados. En un gesto muy categórico, la mayoría de los representantes de los 57 países miembros de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) boicoteó una reunión cuando el embajador ruso tomó la palabra y negó que las tropas de Moscú hayan cometido alguna masacre en Bucha.
“Abandono de la sala cuando los diplomáticos rusos lanzaron una vergonzosa propaganda y negaron la realidad de las masacres en Bucha por parte de las fuerzas armadas rusas de las que se ha informado”, señaló la embajadora francesa, Christine Fages, en un mensaje en Twitter.
“Una sala vacía para palabras vacías. Eso es todo lo que se merecen las mentiras rusas”, añadió la diplomática gala.
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“Desde hace años, Rusia no ha estado tan aislada como ahora”, expresó a este Diario el historiador Norberto Barreto. “El orden internacional no se puede correr el riesgo de no contar con Rusia, pero obviamente en este momento Rusia es un paria”, agrega.
Sobre el caso de los países bálticos, como Estonia, Letonia y Lituania, que también han expulsado a diplomáticos rusos, Barreto recuerda que se unieron voluntariamente a la OTAN “porque para ellos su amenaza histórica siempre ha sido Rusia, y obviamente ellos optan por entrar a la OTAN y ahora están llegando a la conclusión que fue el mejor negocio que hicieron, porque vieron que era la mejor manera de garantizar su seguridad ante una eventual expansión rusa”.
No obstante, Barreto expresa que si bien la mayoría de países occidentales han condenado a Rusia, hay otros que están manteniendo una distancia prudente en favor de sus propios intereses, como China, India e Israel.