La Virgen de Chiquinquirá: la patrona de Colombia a la que le ruegan por una cura para la pandemia

Esta semana, la Virgen de Chiquinquirá cumplió más de 100 años como patrona de Colombia. Pero a diferencia del año pasado, este 9 de julio no se hicieron procesiones ni multitudinarias fiestas en su honor. Como hace tres siglos, los fieles le pidieron protección contra una terrible enfermedad: el COVID-19 trasmitido por el nuevo coronavirus.

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Desde hace tres siglos, la imagen de la Virgen de Chiquinquirá se pasea en procesión el día de su celebración. Se suele hacer un recorrido desde la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá hasta el templo de la Renovación, el lugar donde ocurrió el milagro con el cuadro original.

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Este año, por causa de la pandemia de coronavirus, los colombianos se han tenido que conformar con una celebración a distancia. Se prepararon varios materiales para acompañar a los fieles: la novena pregrabada por los mismos frailes dominicos, unas vísperas litúrgicas el 8 en la noche y un concierto en homenaje a todas las víctimas del COVID-19 en el mundo.

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Por su parte, el presidente de Colombia, Iván Duque, reiteró su devoción a la Virgen de Chiquinquirá. “Respetando las libertades religiosas de nuestro país y en clara expresión de mi fe, hoy celebramos los 101 años del reconocimiento a nuestra Virgen de Chiquinquirá como patrona de Colombia. Todos los días en profunda oración le doy gracias y le pido por nuestro país”, escribió el mandatario en Twitter.

¿Cómo empezó el culto a la Virgen de Chiquinquirá?

El famoso lienzo de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá es una de las advocaciones a la Virgen María, fue pintado en 1562 por Alonso de Narváez. El cuadro le fue encargado por los dominicos, quienes convinieron que el autor colocara en la misma imagen a San Antonio de Padua y San Andrés, uno era patrono del encomendero que estaba a cargo de la región y el otro del fraile que había mandado a hacer la pintura.

Sin embargo, la devoción a esta advocación de la Virgen María nace más de 20 años después, en 1586. El cuadro fue redescubierto por una mujer de la zona llamada María Ramos. Ella lo reparó y le dio el mejor lugar de la capilla, desde donde le empezó a rezar. Según las crónicas, el 26 de diciembre de ese mismo año se hizo el milagro por el cual este cuadro es famoso.

Aquel día, Ramos salía de hacer sus oraciones en la capilla. Una mujer indígena llamada Isabel y su pequeño hijo le pasaron la voz, ya que la pintura estaba brillando con grandes resplandores. La imagen, que pese a los cuidados de María Ramos, se encontraba desgastada y con los brillos se había restaurado a su estado original, sin rasguños o magulladuras. Desde ese momento se le empezó a conocer como “Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá” y a la capilla se le conoce como el templo de la Renovación.

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La pintura ha sido sumamente venerada en Colombia, obispos, políticos y virreyes le iban a rezar. Simón Bolívar recibió los tesoros y joyas del cuadro para financiar la Campaña Libertadora. Según los historiadores el libertador se arrodilló repetidas veces ante este lienzo, pidiendo y agradeciendo por sus victorias en el campo de batalla.

A propósito de ello, el cuadro ha salido en contadas ocasiones de Chiquinquirá. Exactamente 10 veces. las primeras cuatro fueron en los años 1587, 1633 y 1814 (dos veces). La imagen fue trasladada a Bogotá y Tunja para pedirle que desterrara la epidemia de viruela que azotaba esas ciudades. La quinta salida de la imagen tiene también que ver con la gesta libertadora. Ya que se trató de una operación preventiva encabezada por Manuel Servíez, el francés secuestró el lienzo “para salvarlo de la rapacidad española”.

Recién el 9 de julio de 1919, Colombia fue consagrada a la Virgen de Chiquinquirá como su Reina y Patrona. Actualmente la imagen permanece en su ciudad de origen, sin embargo la última vez que salió fue para recibir la visita del Papa Francisco a Bogotá. También es patrona del Estado Zulia en Venezuela y de la ciudad de Caraz en el Perú.

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