Ser niña en Latinoamérica implica crecer entre el miedo, la violencia, la impotencia, y, muchas veces, el riesgo de muerte. El caso de Fátima, la pequeña mexicana de 7 años que fue raptada, violada y asesinada tras salir del colegio, ha conmocionado a la región. Pero no el único.
Un informe de febrero del 2019 del Grupo de Diarios de América (GDA) reveló que entre el 2013 y el 2018, 614 feminicidios infantiles se cometieron en siete países de Latinoamérica, entre ellos el Perú.
► Lo que se sabe del asesinato y tortura de Fátima, la niña de 7 años cuyo caso conmociona a México
Estos son algunos de los cientos de casos de violencia contra niñas más recordados de la región.
Jimenita, la niña de 11 años cuyo asesinato enlutó al Perú
María Jimena, o Jimenita, tenía 11 años cuando, el 1 de febrero del 2018, fue secuestrada al salir de un taller de manualidades al que asistía en la comisaría de Canto Rey, en San Juan de Lurigancho.
Su captor, César Alva Mendoza, se la llevó en su bicicleta para luego violarla, asesinarla, quemar su cuerpo y abandonarla en la calle, en un horrendo crimen que le valió ser apodado ‘El monstruo de la bicicleta’.
Tras ser detenido, Alva Mendoza confesó el crimen y fue condenado a cadena perpetua.
‘Calcetitas rojas’, el horrible final de una mexicana de 4 años
El cadáver de Lupita, bautizada por los medios mexicanos como ‘calcetitas rojas’, apareció tirado en una calle en el Estado de México. La menor de solo 4 años estaba envuelta en una manta y vestía un polo verde y unas medias (calcetas) rojas.
Según las investigaciones, el crimen ocurrió el 18 de marzo del 2017 luego de que la pequeña se orinara en la cama mientras estaba dormida, lo que provocó que su madre la golpeara brutalmente y que el novio de ésta la violara y la azotara fatalmente contra el suelo. Ambos adultos fueron sentenciados a 88 años de prisión.
Durante el 2019, en México se perpetraron 12 feminicidios al mes contra mujeres menores de edad, según la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).
Yuliana Samboní, el crimen que remeció a Colombia
El 4 de diciembre del 2016, Yuliana Samboní, una niña indígena de 7 años de origen humilde, fue secuestrada cuando jugaba fuera de su casa por el arquitecto Rafael Uribe Noguera, de 38 años, quien la subió a su auto y la llevó a su departamento en el norte de Bogotá.
El sujeto, miembro de una conocida y acaudalada familia bogotana, violó y asfixió a la menor, quien fue encontrada horas después con signos de tortura. Uribe cumple una pena de 58 años de cárcel.
Entre el 2015 y el 2017, 356 niñas y adolescentes fueron asesinadas en Colombia, según el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de ese país.
Katya Miranda, un caso impune en El Salvador
Katya Miranda, de 9 años, fue violada y estrangulada el 4 de abril de 1999 durante las fiestas de Semana Santa en un rancho privado de El Salvador rodeada de su familia paterna, en la que había policías y militares. El cadáver de la niña fue hallado en la playa, a unos metros del rancho donde descansaban sus familiares.
En un principio, el caso fue registrado como un accidente en las vacaciones de verano. La madre de Katya, Hilda Jiménez, sepultó a la pequeña pensando que murió ahogada. Sin embargo, meses después supo que Katya había sido violada y asfixiada en la arena, y que su cuerpo había sido tirado al mar.
A más de 20 años de perpetrado el crimen, aún no se ha identificado a los culpables y el caso se ha convertido en símbolo de la impunidad en El Salvador.