Una tortuga verde del Pacífico, de casi 200 libras de peso, da vueltas inquieta en una pileta del Centro de Conservación Marina de la Asociación Guatemalteca de Historia Natural. (EFE/Esteban Biba).
Guatemala
Redacción EC

Sipacate. [EFE]. Una tortuga verde del Pacífico, de casi 200 libras de peso, da vueltas inquieta en una pileta del Centro de Conservación Marina de la Asociación Guatemalteca de Historia Natural (AGHN), como si sospechara que pronto abandonará el lugar en el que permaneció los últimos nueve meses bajo cuidados médicos.

La tortuga, de la subespecie Chelonia Mydas Agassizii, liberada en su hábitat natural, fue rescatada por un equipo de conservacionistas que la hallaron en noviembre pasado en estado delicado, con el caparazón roto a causa del golpe que le ocasionó una lancha pesquera, en una zona del océano Pacífico guatemalteco al que suelen llegar a alimentarse las de su misma especie.

Los casos de tortugas verdes golpeadas por lancheros son comunes en la Poza del Nance, Sipacate, en el departamento sureño de Escuintla, unos 132 kilómetros al sur de la capital de . Al lugar llegan las tortugas verde a alimentarse o reproducirse. Es una zona en la que las lanchas pasan a excesiva velocidad y suelen pasar sobre ellas.

Un equipo de la organización de médicos veterinarios Protortugas rescató y llevó a la tortuga verde lastimada del caparazón (junto con un macho lesionado del cráneo) al Centro de Conservación Marina el pasado 12 de noviembre, según contó a Efe Lucía Reyes, coordinadora del lugar administrado por AGHN, un ente que trabaja en temas de conservación y ciencia y que también coordina el principal zoológico del país, La Aurora.

A diferencia de la hembra, liberada este jueves tras nueve meses de recuperación, el macho herido del cráneo tuvo un proceso de recuperación más rápido y fue liberado en el mismo lugar donde se encontró, pero en febrero pasado.

La tortuga hembra, sin embargo, debió vivir un proceso más lento y cuidadoso en su tratamiento, bajo la observación de veterinarios del Zoológico La Aurora, equipo de Protortugas y el Consejo Nacional de Áreas Protegidas, que proporcionaba el alimento que esta consume: gracilaria, que suele hallarse en la Poza del Nance.

El viaje de liberación

El viaje de liberación la tortuga verde comenzó a primera hora del jueves, cuando un equipo del Zoológico La Aurora y el del Centro de Conservación Marina AGHN la subieron a un vehículo para llevarla a una playa, a una hora y media de distancia de donde se recuperaba dentro de una pileta.

Luego fue trasladada por una lancha a motor entre los manglares de la Poza del Nance para liberarla justo en el punto donde fue rescatada.

Después de varias horas de viaje la tortuga verde fue colocada en la orilla del agua. Dudó. Y después de un par de minutos, se lanzó al agua empujando el lodo con sus aletas. Dio una vuelta corta en lo que pareció una despedida del equipo que la trasladó y cuidó, hasta que se sumergió y perdió en el agua.

“No les ponemos nombre a los animales para no crear un vínculo con ellos, porque necesitamos recuperarlos para poderlos reintroducirlos a su hábitat”, sostuvo la coordinadora, quien agregó que este trabajo forma parte de una contribución a la “conservación de la especie, porque estamos reintegrando otro organismo para que pueda seguir haciendo todas las funciones que tiene en el ecosistema”.

En un futuro, Reyna contempla una colaboración con el Consejo Nacional de Áreas Protegidas del país centroamericano para crear acciones de prevención y así evitar que las tortugas de diferentes especies sean lastimadas por los lugareños.

“Han puesto alambre o caminos en zigzag para bajar la velocidad (de las lanchas). Se han hecho campañas, pero ha sido muy difícil por la falta de acceso a educación o incluso de alfabetización”, estimó.

De acuerdo a diversas fuentes, cada año Guatemala recibe la visita de seis de las ocho especies de tortuga marina que existen en el mundo, específicamente en el mes de julio cuando da inicio la temporada de anidación.

Además de las dos tortugas verdes del Pacífico, la macho liberada en febrero y la hembra reintegrada este jueves, el Centro liberó en 2018 a una tortuga Carey, luego de haberla recuperado y dado tratamiento especializado.

La mayoría de estas tortugas son originarias del estado mexicano de Michoacán, al oeste de la Ciudad de México, específicamente de Colola, una entidad conocida como la capital mundial de la tortuga Negra.

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