Incertidumbre por quién presidirá el Parlamento venezolano

Los jefes de los partidos de oposición en Venezuela que conforman la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) con representación parlamentaria se reunieron lunes y martes para discutir la normativa que regirá el actuar de la nueva bancada opositora. Sin embargo, no llegaron a un acuerdo sobre quién será el presidente de la nueva Asamblea Nacional.

“Tendremos una sola fracción y una sola línea estratégica. Vamos a honrar el compromiso de la unidad”, señaló Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD en compañía de los diputados Henry Ramos Allup (Acción Democrática) y Julio Borges (Primero Justicia). 

Torrealba confirmó que el domingo 3 de enero se volverán a reunir los 112 diputados de la MUD para escoger, a través de una votación directa y secreta a la próxima directiva del Parlamento.

Una de las propuestas que cuenta con mayor respaldo implica repartir la presidencia a un partido por año en la siguiente disposición: el primer año el presidente del Parlamento sería Ramos Allup (AD), el segundo Borges (PJ), el tercero Enrique Márquez (Un Nuevo Tiempo), el cuarto Freddy Guevara (Voluntad Popular) y el quinto un representante de las minorías dentro de la alianza. 

Ese acuerdo lo avalan AD, la mayoría de UNT, VP, Proyecto Venezuela, La Causa R, ABP, Vente Venezuela, Cuentas Claras, Gente Emergente y Carlos Lozano (independiente). En la decisión final será fundamental UNT. Fuentes afirman que la mayoría del partido, incluido su presidente, el encarcelado Manuel Rosales, apoya al secretario general de AD, Ramos Allup; sin embargo no hay unanimidad y por eso se hace necesario el conteo.

 “Vamos a votación secreta el 3 de enero. No hay acuerdo. Se están tratando de alinear los partidos de la Internacional Socialista, que son AD, VP y UNT, pero UNT está dividido. Enrique Márquez podría ser la tercera opción para presidir la AN el primero año y así limar asperezas, pero Manuel Rosales apoya a Ramos Allup”.

La votación del 3 de enero sería secreta a solicitud de Primero Justicia, para que cada diputado pueda desprenderse de los rigores que imponen las direcciones de sus partidos y escoger el nombre que más le simpatice.