Todo comenzó en el barrio de Puerto Madero, en Buenos Aires (Argentina), cuando tres jóvenes se subieron a un Volkswagen Voyage conducido por Fernando Bernal para hacer un viaje que habían solicitado por medio de una App. Cuando se dirigían hacia Avellaneda, los pasajeros amenazaron al chofer con un arma de fuego y, después de colocarle una capucha en la cabeza, lo obligaron a permanecer en la maletera. Cuando tenían cautiva a su víctima, intentaron robarle a un sargento de la Policía Federal retirado, quien se resistió a los tiros y mató a uno de los ladrones e hirió a otro. El tercer sospechoso logró escapar.
Así lo informaron a LA NACION fuentes policiales. El delincuente muerto a balazos tenía 20 años y antecedentes penales. Su cómplice detenido, herido a la altura de la cintura, tiene 17 años. El tercer ladrón logró escapar.
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“A bordo de ese mismo auto robado y con el chofer aún cautivo, cerca de las 21.20, los jóvenes abordaron con fines de robo a un sargento retirado de la Policía Federal Argentina (PFA) cuando regresaba a su vivienda, en San Nicolás al 6000, también de Wilde”, según fuentes policiales.
Uno de los sospechosos descendió del asiento trasero del Voyage y abordó al sargento simulando tener un arma de fuego en uno de los bolsillos de su casaca. Según la información policial y judicial citada por la agencia de noticias Télam, la víctima se identificó como policía y disparó contra el sospechoso, quien recibió un impacto en el tórax y murió.
El policía retirado escuchó gritos y golpes provenientes del baúl del auto, por lo que al abrirlo se encontró con Bernal que estaba cautivo. En la escena del hecho, se hallaron siete casquillos de bala y solo se incautó el arma del policía, por lo que no se sabe si los sospechosos estaban armados o no.
Una fuente judicial añadió que, en principio, los casquillos encontrados en la escena del hecho parecerían del arma de policía, aunque se aguarda la pericia de cotejo para establecerlo.
En su declaración ante la policía, Bernal dijo que trabajaba como chofer de la app Cabify, pero fuentes cercanas a la empresa dijeron a LA NACION que no esta registrado en la base de datos como “proveedor del servicio”.
El hecho comenzó a ser investigado por la fiscal Solange Cáceres, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 3 de Avellaneda, pero al tomar conocimiento de la intervención de un menor de edad, la causa pasó al fiscal Enrique Lazzari, de Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil 5 de Lomas de Zamora.
Hasta el momento, el representante del Ministerio Público no tomó temperamento hacia el policía federal retirado, agregaron las fuentes consultadas por Télam.