Este domingo la vicepresidenta del régimen chavista, Delcy Rodríguez brindó su primera entrevista desde su cuestionado encuentro en Barajas con el ministro español José Luis Ábalos. La funcionaria conversó con José Vicente Rangel, exasesor de Nicolás Maduro, y sostuvo que Juan Guaidó es un “enemigo” de Venezuela por estar “al servicio de otros países”.
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“Guaidó es un enemigo de la patria por estar al servicio de gobiernos extranjeros y atentar contra los intereses nacionales y contra la integridad territorial”, expresó Rodríguez en la entrevista. Asimismo, señaló que Guaidó es un “caradura” tras promover la sanción contra la aerolínea Conviasa. “Vivió la realidad al llegar a Venezuela: los trabajadores de la aerolínea estatal le expresaron lo que siente el pueblo venezolano en la calle”.
Delcy, quien se reunió hace algunos días con el político español socialista José Luis Ábalos, sostuvo que la derecha española representa una “excentricidad política" porque queda en lo “superficial” y “no va más allá”.
"El fondo es que esa misma derecha avala un golpe de Estado en Venezuela. Promocionan con luces el haberse fotografiado con un diputado venezolano (Juan Guaidó), socio del narcotráfico y del paramilitarismo colombiano, que ha dejado de ser político”, dijo Rodríguez.
La llegada de Guaidó a Venezuela
Tras la llegada de Juan Guiadó a Venezuela, una turba chavista agredió al presidente interino y a una docena de periodistas. Sin embargo, durante el intento de linchamiento la policía detuvo a Juan José Márquez, tío de Guaidó, a quien acusaron de portar material explosivo e inmediatamente el familiar del presidente fue encarcelado en un centro de torturas, bajo control de la Dirección Militar de Contrainteligencia (Dgcim).
“Jamás avalaría un procedimiento que atente contra la integridad del ser humano”, señaló Rodríguez en referencia Márquez, quien incluso aseguró que “jamás avalaría ningún tipo de tortura”.
No obstante, el año pasado casi 600 personas fueron torturadas e incluso 23 de ellas perdieron la vida. Delcy en ese tiempo era la principal responsable del Servicio Bolivariano de Inteligencia cuando en el 2018 el político Fernando Albán murió torturado en las instalaciones.
Finalmente, la vicepresidenta chavista aprovechó el espacio de Rangel para repetir las consignas propagandísticas de su partido y de sus aliados, empezando porque Guaidó ya no sería el presidente de la Asamblea Nacional.
“El diálogo está marcando una pauta política, permitió el cambio en la Asamblea Nacional, ha permitido expandir posiciones nacionalistas, posiciones democráticas y posiciones de coexistencia. Eso significa que los problemas de los venezolanos se resuelven entre venezolanos, no necesitamos ningún tipo de interferencia extranjera para resolver los conflictos internos”, sentenció.