La creación del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), en el 2002, fue la consecuencia de un cambio estratégico en la visión del Estado Peruano sobre la necesidad de activar dos motores de la economía que estaban subsumidos en la burocracia estatal. El Perú tenía posibilidades de desarrollo en ambos sectores y sus potencialidades no estaban evidenciadas en la estructura del Estado que no reflejaba la importancia ni potencialidad del turismo y del comercio exterior. Veinte años después, estos sectores muestran resultados visibles, con un crecimiento sólido y contundente de la mano de una eficiente gestión pública y de un sector privado comprometido en su consolidación. El Mincetur es un ente técnico en el que prima la meritocracia y donde cinco titulares de los 12 que ha tenido la cartera hasta hoy fueron funcionarios o viceministros del sector antes de asumir como ministros.
La reciente propuesta del ministro de Cultura Ciro Gálvez para desmembrar al Mincetur “gatilló” un comunicado público de 12 exministros nombrados por siete presidentes de distinta ideología y época. Este pronunciamiento recibió el apoyo pronto y explícito de diversos gremios e instituciones; apoyo que reconoce los avances que se han logrado desde la creación del Mincetur y la importancia del comercio exterior y del turismo en el desarrollo del país.
Respecto del turismo y la cultura, aunque ambos tienen puntos de contacto, cada uno responde a diferentes visiones, funciones, focos y gestión. El Ministerio de Cultura es responsable del cuidado de los recursos arqueológicos, priorizando la conservación de nuestro patrimonio cultural, a diferencia de la necesaria puesta en valor de estos recursos para convertirlos en “producto turístico”, a cargo del Mincetur. El Perú posee ingentes “recursos” que no califican como “producto turístico”. Para ello, se requiere dotarlos de infraestructura, acceso, servicios y promoción, a fin de incrementar su “valor”. Esto le permitirá al Estado obtener recursos económicos para preservarlos. Es necesario un equilibrio entre la “explotación del producto” sin descuidar el “recurso” arqueológico. Hay diferentes tipos de turismo: de aventura, histórico-cultural, gastronómico, corporativo, etc. Por ello, fue clave el desarrollo de la ‘Marca País’ para la promoción del Perú en el exterior. Ello le dio “valor” a nuestro variado potencial turístico. El turismo es una experiencia vivencial; esto es lo que atrae al turista, y no solo la imagen de un libro o una buena foto. El turismo convierte la imagen en una experiencia de vida irrepetible, por ello visitan el Perú.
Respecto de las cifras y datos que sostienen el “éxito” del Mincetur, conviene compartir lo siguiente: el Mincetur representa solo el 0,3% del presupuesto público y el 0,1% del personal que trabaja en el Estado. Un simple análisis costo-beneficio revela que un modesto presupuesto ayuda a generar más de US$50.000 millones en exportación y 4,5 millones de visitantes (antes de la pandemia), en contraste con los US$6.900 millones en exportaciones y 750.000 visitantes que se registraban antes de su creación. Ambos sectores, el comercio exterior y el turismo, están vinculados al 25% de PBI y a más de 4,5 millones de puestos de trabajo directos e indirectos.
Veintidós tratados de libre comercio (TLC) sostienen nuestras exportaciones diversificadas, sustentados en sendos planes estratégicos nacionales de exportación (PENX) y regionales (PERX), realizados por primera vez en el 2003. Estos permitieron identificar las potencialidades de nuestra oferta exportable sectorial, descentralizada y regional.
El turismo inició su despegue internacional agregando a su portafolio a nuestra orgullosa gastronomía; PromPerú financió importantes apariciones de chefs en la televisión y en ferias internacionales. Se creó la ‘Marca País’, consolidando la imagen e identidad del Perú como destino turístico. En el 2005, se elaboró el primer Pentur (Plan Estratégico Nacional de Turismo) que, a su vez, permitió identificar las potencialidades de una oferta turística descentralizada y regional.
Exportaciones de distintas regiones del Perú y el turismo (más allá del ícono Machu Picchu), en costa (playas y arqueología), sierra (montañas y restos arqueológicos) y selva (el río Amazonas y la ceja de selva) dan muestras de una verdadera descentralización productiva.
El Mincetur es una institución de probada capacidad técnica y de eficiente gestión que, en 20 años, ha permitido convertir al comercio exterior y al turismo en políticas de Estado en un país caracterizado por la ausencia de estas.
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