(Ilustración: Giovanni Tazza).
(Ilustración: Giovanni Tazza).
Daniela Meneses

La remoción de los fiscales Vela y Pérez, y lo que desató esa decisión, ha acaparado los titulares del 2019. El más reciente capítulo de la historia ha sido la –tardía– renuncia del fiscal de la Nación, , y la consiguiente asunción de en el cargo, pero todavía el camino de la institución, y de los involucrados, está lejos de ser claro. Así, el comienzo del año no ha dejado mucho espacio para que nuestras reflexiones sobre el Perú puedan ir más allá del contexto inmediato.

Aunque el país está pasando actualmente por una situación particularmente dramática, todo el tiempo parece estar sucediendo algo que nos dificulta ver el panorama completo. Si, por ejemplo, hacemos una revisión de diversas encuestas hechas por Ipsos desde el 2000, encontramos que muchas veces cuando se le ha preguntado a los peruanos si consideran que en el año o en el gobierno pasado las cosas habían mejorado, empeorado o mantenido igual, la mayoría de las personas elegía las dos últimas alternativas.

El problema con esta percepción es que colisiona con lo que nos dicen los números: el Perú, en general, no solo no está empeorando, está mejorando. En el 2000, y de aquí en adelante redondeo las cifras, el 33% de los hogares rurales tenía acceso a agua dentro de su vivienda usando la red pública y 51% de los niños asistía a la primaria. Para el 2016, las cifras habían aumentado a 66% y 91%, respectivamente.
Según el Global Gender Gap Report 2006, 59% de mujeres y 82% de hombres participaban en la fuerza laboral; el reporte del 2018 presentaba cifras de 72% y 87%. De acuerdo al Doing Business 2019, por su parte, el tiempo para comenzar un negocio en nuestro país era de 24,5 días. El mismo reporte en el 2006 decía que esto demoraba 102. Y entre el 2007 y 2017 la se redujo de más de 42% a menos de 22%.

El año que acaba de pasar, el médico y educador público Hans Rosling publicó el libro “Factfulness”, en coautoría con Ola y Anna Rosling. “Factfulness” ha ocupado varias listas de los mejores libros del 2018 y busca responder una pregunta clave: ¿por qué estamos tan equivocados sobre el mundo y las cosas cuando en realidad están mejor de lo que pensamos? Durante décadas, Rosling ha hecho preguntas acerca de datos concretos (‘facts’) sobre el desarrollo del mundo a diferentes personas de distintos países. Preguntas sobre qué porcentaje de las niñas terminan la escuela primaria o qué porcentaje de la población tiene acceso a la electricidad. Y así se dio cuenta de que la mayoría de individuos contestaban mal, muchos errando para el lado del pesimismo. De hecho, en el 2017 le hizo las mismas preguntas, con tres opciones de respuesta, a 12 mil personas en 14 países. El individuo promedio acertaba dos de doce. Rosling lo pone de una forma más gráfica: a un grupo de chimpancés le iría mejor, pues escogiendo al azar el promedio de respuestas correctas sería 4. Para Rosling, este fenómeno tiene una explicación: tenemos diez ‘instintos dramáticos’ que nos llevan ver las cosas distorsionadas y peor de lo que en realidad están.

Uno de estos instintos, por solo dar uno de los diez ejemplos que presenta Rosling, es el instinto negativo: “nuestra tendencia a notar más lo malo que lo bueno”. Esto es precisamente lo que nos lleva a pensar que las cosas empeoran. Más de 50% de los peruanos, por ejemplo, cree que el mundo está empeorando, lo que nos colocaba justo entre Inglaterra y Estados Unidos. En realidad, sin embargo, también el mundo está mejorando. En 1966, la extrema pobreza era de 50%. Para el 2017, la cifra era ya de 9%. En 1980, 58% tenía acceso a agua de una fuente protegida, para el 2015 era el 88%.

¿Significa entonces que en el Perú y en el mundo todo va bien? ¿Que no deberíamos preocuparnos del desastre que es hoy el Ministerio Público? ¿O que no es necesario detenernos en aquellos que siguen en extrema pobreza? Por supuesto que no. El 2019 estará repleto de retos institucionales. Y no podemos olvidar que el año pasado los feminicidios aumentaron y que nos enteramos de que el 2017 fue la primera vez en 16 años que la pobreza extrema no cayó, y la lista podría seguir. Pero, y aquí viene la que creo es una de las lecciones más importantes de Rosling: estar mejorando y estar mal son dos cosas que pueden ser verdad al mismo tiempo. Entender que estamos avanzando en la dirección correcta nos impulsa a seguir haciendo cambios, lo mismo que entender que falta mucho para llegar a la meta.