La vida con niños siempre encuentra cómo ser más didáctica. En casa tenemos un nuevo bebe desde la quincena de noviembre e incluso tan temprano en su vida los expertos recomiendan contarle cuentos y hablarle de eventos cotidianos.
Así que, para matar dos pájaros de un tiro, se me ocurrió que podría repasar lo que sus ojos han visto hasta ahora en la coyuntura peruana mientras practicamos los números. Porque qué mejor técnica para aprender a contar que con una pequeña dosis de realidad nacional.
En menos de mes y medio, uno es el número de golpes que te ha tocado ver.
Dos las personas que se refieren a sí mismas como ‘presidente constitucional’.
Tres las veces que se ha convocado a la juramentación de un nuevo premier.
Y cuatro los millones pagados en un soborno, según confesión a un fiscal.
Cinco los días que tardó Pedro Castillo en recibir 139 visitas tras ser apresado.
Seis los abogados que al exjefe de Estado desistieron de representar.
Siete los días que por las protestas el aeropuerto de Arequipa estuvo cerrado.
Y ocho las investigaciones fiscales que Castillo ha logrado acumular.
Nueve el porcentaje de personas que según Ipsos no quiere volver a votar.
Diez los congresistas que se abstuvieron de vacar a Castillo tras su último mensaje presidencial.
Once es el código del colaborador que cuenta los favores a ‘los niños’ de Acción Popular.
Y doce los días que duró Betssy Chávez a la cabeza del gabinete ministerial.
Trece fueron los días desde el golpe hasta enterarnos del asilo a la exfamilia presidencial.
Catorce los que tardó Dina Boluarte en verse obligada a renovar su Consejo de Ministros.
Quince los años que la fiscalía solicita contra Martín Vizcarra por supuestos sobornos cuando era gobernador regional.
Y dieciséis las provincias que recordarán diciembre con un nuevo toque de queda en sus registros.
Diecisiete son las regiones que en el tercer trimestre vieron su economía desacelerarse.
Dieciocho los meses que un juez mandó a Castillo a prisión preventiva por una acción inconstitucional.
Diecinueve los ministros que después del autogolpe renunciaron para intentar salvarse.
Y veinte los años que el otrora profesor enfrenta como posible condena penal.
Parece demasiado, pero a todo eso faltaría agregar los 28 muertos que las protestas dejaron a nivel nacional.