Hoy es un día fundamental para Venezuela, para la libertad y para la democracia en la región. Por eso, la dictadura viene realizando acciones radicales y desesperadas, como el intento de secuestrar a la líder de la oposición, María Corina Machado.
“Saliendo de la concentración en Chacao, Caracas, María Corina Machado fue interceptada y tumbada de la moto en la que se trasladaba. En el suceso detonaron armas de fuego. Se la llevaron retenida por la fuerza. Durante el período de su secuestro fue forzada a grabar varios videos”.
Esa fue la comunicación del Comando Con Venezuela que daba cuenta del atentado contra Machado.
María Corina reapareció para encabezar la protesta contra la tiranía de Maduro y, en un breve y emotivo discurso, exclamó: “No tenemos miedo [...] Estamos a partir de hoy en una nueva fase [...] Venezuela ya decidió. Venezuela es libre”. Días antes, Machado había transmitido un mensaje a sus compatriotas, en el que les aseguró: “Esto se acabó”.
El atentado contra Machado tras su participación en la manifestación generó un inmediato repudio internacional, incluyendo un pronunciamiento del próximo presidente estadounidense, Donald Trump, quien no solo reconoció a Edmundo González Urrutia como presidente electo, sino que aseguró que el pueblo venezolano tiene derecho a protestar de forma pacífica pidiendo que se respete la voluntad expresada el 28 de julio pasado.
Paraguay, Ecuador, Chile, Argentina y Colombia fueron algunos de los países que expresaron su repudio al accionar de la dictadura chavista, que se va quedando aislada en el espectro internacional. Incluso los presidentes de Colombia y Bolivia, que hasta hace poco expresaban su respaldo a Maduro, han señalado su negativa de asistir a su “toma de mando”.
En la víspera de las protestas de ayer, Nicolás Maduro entregó armas a sus seguidores. “¡Venezuela se respeta!”, fue la consigna del dictador venezolano a los ciudadanos a los que les entregó fusiles de origen ruso.
Maduro también activó lo que él llama el Órgano de Dirección de Defensa Integral, cuyo objetivo es unificar las operaciones de todas las fuerzas militares y policiales, además de las milicias.
La dictadura sabe que el escenario ha cambiado, que hay una mayoría que votó en su contra y lo repudia, y que solo la apoyan regímenes autoritarios.
Si bien nada ni nadie puede asegurar cómo o cuándo Maduro dejará el poder, es claro que solo le queda echar mano de la brutal represión para mantenerse ilegalmente en él.
Gloria al bravo pueblo.