Fernando Vivas

Hace un año, alrededor de julio del 2022, Aníbal Stacio, joven con estudios de periodismo, entrevistó a su tocayo y primer ministro Aníbal Torres. Rió con él, lo subió en un pedestal, le dijo que le hacía pensar en Sócrates debatiendo con los sofistas y lo animó a que considere un proyecto de ley para regular a la ‘prensa hegemónica’ distante de lo que mencionó como ‘prensa alternativa,’ que es, además, el nombre de su programa en Youtube. Torres se convirtió en el principal difusor del término. Stacio se autodefine como activista LGTB y como marxista de una línea tan dura que se aproxima más al homofóbico Perú Libre que al progresismo liberal. Esta crónica estará llena de estas contradicciones.