Keiko Fujimori enfrenta el contexto más adverso desde que se erigió como lideresa de Fuerza Popular (FP).
Solo el 15% de la ciudadanía aprueba hoy el desempeño de la ex candidata presidencial; el punto más bajo desde que se mide su labor política. Además, el 80% de encuestados la desaprueba.
—Punto de quiebre—
Desde el inicio del actual período gubernamental, el apoyo a Fujimori se mantuvo, con altibajos, cerca del 40%. Sin embargo, diciembre del 2017 marcó un quiebre. Días antes, Marcelo Odebrecht había declarado a fiscales peruanos que su constructora aportó a la campaña de Fujimori en el 2011, así como a las de otros líderes políticos.
“Fue un gran impacto y se sumó a la idea instaurada de que FP era obstruccionista. Ahí se gestó todo”, dice el analista político Enrique Castillo.
La tendencia a la baja iniciada en enero se mantuvo a lo largo de este año. “La ruptura final con Kenji, en febrero, terminó de agravar la situación. La gente la vio capaz de afectar lazos personales por preservar su dominio”, señala José Carlos Requena, socio de 50+1.
La renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, las críticas al accionar de su bancada y la reciente difusión de audios terminarían de configurar el escenario adverso, señalan los analistas.
FP replicó la caída con medidas rápidas desde el Congreso. El cuestionado Walter Jibaja dejó su cargo, se le pidió al contralor nombrar a la jefa de auditoría y se cambió al oficial mayor de las dos gestiones previas, José Cevasco.
“Están replanteando su estrategia, pero la elección de una mesa plural hubiese sido el primer paso. Veo muy difícil que el Congreso y Keiko Fujimori puedan revertir la tendencia, aun cuando tienen el reto del referéndum”, advierte el gerente de estudios de opinión de Ipsos, Guillermo Loli.
Desde la mayoría opositora se tomó al llamado a referéndum del presidente Martín Vizcarra como un acorralamiento. Ahora son las cifras las que parecen presionar a Fuerza Popular.