OAS es una de las constructoras brasileñas involucradas en el esquema de corrupción del Caso Lava Jato que participaron en diversos megaproyectos en el Perú.
El miércoles 13 de marzo, la empresa firmó en Brasil un acta de compromiso para empezar un proceso de colaboración eficaz con las autoridades peruanas.
Según explicaron a El Comercio diversas fuentes que participaron en la suscripción del convenio, OAS reconoció el pago de sobornos y se comprometió a colaborar con las investigaciones que se siguen en el Perú por el presunto pago de coimas a cambio de la adjudicación de obras públicas.
El 1 de marzo, la revista “O’Globo” de Brasil ya había informado sobre la declaración del ex ejecutivo de OAS Alexandre Portela Barbosa, quien afirmó que OAS Perú habría pagado sobornos superiores a los US$6 millones a través de consultorías ficticias.
El coordinador del equipo especial Lava Jato, el fiscal superior Rafael Vela, ha dicho que es importante que OAS decidiera acogerse a los mecanismos peruanos de colaboración eficaz, puesto que se trata de una de las empresas que tuvieron mayor participación en el mercado.
“Desde el grado de inversión y participación, la empresa OAS sea tal vez, después de Odebrecht, la que mayor envergadura ha tenido en todas las operaciones en el rubro específico de construcción”, señaló Vela.
Según un informe de la contraloría del 2017, OAS estuvo en el tercer lugar entre las constructoras brasileñas con mayor participación en los megaproyectos realizados en el país. En primer lugar estaba Odebrecht; en segundo, Camargo Correa.
—Casos y proyectos—
Los primeros intentos para que OAS se acogiera a la colaboración eficaz empezaron en el 2017, cuando recién se comenzaba a investigar el escándalo Lava Jato en el Perú. En esa época no se llegó a ningún acuerdo.
A mediados de marzo pasado, la fiscalía, representada por Rafael Vela, y el procurador ad hoc del Caso Lava Jato, Jorge Ramírez, concretaron el convenio preliminar, tal como antes se hizo con Odebrecht.
“Van a dar información [...] sobre investigaciones contra Susana Villarán, [Luis] Castañeda y los funcionarios que participaron [en presuntos actos de corrupción]”, indicaron fuentes de este Diario.
Fuentes allegadas a las investigaciones adelantaron que en una reunión en abril OAS tendría las primeras informaciones sobre la documentación que aportará para que cinco de sus ex funcionarios –quienes también presentaron pedidos para acogerse a la colaboración eficaz con la justicia peruana– puedan sustentar su versión sobre el presunto pago de coimas. También se hablará de los beneficios que la constructora recibiría.
En noviembre del 2017, El Comercio publicó la declaración del publicista brasileño Valdemir Garreta, quien reconoció ante la fiscalía que en el 2013 recibió US$1 millón de OAS por los servicios de publicidad para la campaña por el No a la revocación de Susana Villarán como alcaldesa de Lima.
Además de ese caso, el equipo especial investiga el financiamiento de la campaña para la reelección de Villarán. También el proyecto de la Línea Amarilla en las gestiones de Villarán y Castañeda Lossio en la Alcaldía de Lima.
Asimismo, indaga al encarcelado ex gobernador de Cusco Jorge Acurio por los supuestos pagos ilícitos de OAS para la construcción del hospital Lorena de la región sureña.
Según las indagaciones del equipo especial, informes de la contraloría e investigaciones del Congreso, OAS tuvo participación en diversos proyectos entre el 2009 y el 2015. Es decir, durante los gobiernos de Alan García y Ollanta Humala, y las gestiones en la Alcaldía de Lima de Susana Villarán y Luis Castañeda Lossio (además de la administración de Acurio en Cusco).
En esos años, participó en ocho grandes proyectos [ver infografía] cuyos montos, sumados, ascienden a US$1.300 millones.
El Comercio se contactó con el abogado interno de OAS Perú, Ricardo Gutiérrez, pero prefirió no pronunciarse. “No tengo declaración que dar para ustedes. No puedo confirmar ni contestar más”, indicó.