Salaverry señala que “nadie puede sentirse cómodo” con algunas expresiones del chat La Botica. (Foto: Anthony Niño de Guzmán/El Comercio)
Salaverry señala que “nadie puede sentirse cómodo” con algunas expresiones del chat La Botica. (Foto: Anthony Niño de Guzmán/El Comercio)
Diego Chirinos

repite una y otra vez la misma frase: “Es un día difícil”. Minutos antes de esta entrevista, el presidente del Congreso visitó a Keiko Fujimori en prisión y habló con ella por primera vez después del pedido de licencia a la bancada de .

—La semana pasada, en medio de una crisis partidaria, fue protagonista de discusiones públicas con sus compañeros de bancada. ¿Cómo explica lo sucedido?
Estar sentado en la presidencia del Congreso es difícil, estás expuesto a presiones de todos lados. No es novedad que sean días convulsionados, desde que asumí lo son. Estoy golpeado en lo emocional, no es fácil ver a gente que estimas [Keiko Fujimori] en prisión. Sin embargo, soy consciente de cuál es mi responsabilidad.

—Inicialmente dijo que su posición como titular del Parlamento le impedía estar con Keiko Fujimori, pero hoy [ayer] la visitó por primera vez. ¿Qué cambió?
Lo dije porque estaba en pleno proceso de audiencias, definiéndose la detención preliminar y, luego, la prisión preventiva. Una visita del presidente del Congreso podría haberse malinterpretado. Habiendo culminado las audiencias de su caso, lo que corresponde como amigo es visitarla y constatar que se encuentra bien. No voy a negar que fue impactante verla, fue muy duro ver a Keiko en prisión.

—¿Cuál fue su reacción al recibirlo?
Si bien es una mujer fuerte, para nadie es fácil estar en esa situación. Hemos conversado de cualquier cosa menos de política. Recordamos la campaña, anécdotas graciosas. Hemos reído en algunos momentos y, en otros, nos pusimos más emotivos. Estoy seguro de que más pronto que tarde esta situación se va a revertir.

—¿Ella está de acuerdo con su conducción del Parlamento?
Como le digo, no hablamos de política. Pero la última vez que conversamos en reunión de bancada, antes de mi licencia, ella era consciente de la necesidad que teníamos los integrantes de la Mesa Directiva de manejarnos de forma objetiva, imparcial y equitativa. Imagino que se mantendrá en esa posición.

—Es la primera vez que conversan tras su pedido de licencia a la bancada de Fuerza Popular. ¿Por qué era necesario?
Porque como integrante de una bancada uno está sujeto a decisiones. Y uno no puede ser indisciplinado para hacer algo distinto a lo acordado. Al menos yo tengo esa formación.

—¿Usted cree que uno debe cumplir órdenes de su bancada, incluso siendo presidente del Congreso?
Incluso siendo presidente del Congreso tendría que haberlo hecho. Desde que juré he mantenido una autonomía que genera roces y discrepancias justamente por eso, por no haber acatado algunos acuerdos. Lo más sano y lógico era solicitar esta licencia para, con mucha más independencia, poder tomar decisiones.

—Habla de independencia. ¿La necesita hoy, pero no la necesitó apenas asumió el cargo?
Desde el primer día esperé que la bancada entendiera cuál es mi nuevo rol. Ya que no se dio y siempre se exigía que los acuerdos sean acatados por todos, decidí presentar mi licencia.

—¿No se sintió escuchado dentro de su bancada?
Desde mi primera entrevista dije que quería menos fricciones, más hechos concretos y diálogo, sin claudicar al rol fiscalizador. Fue difícil, al comienzo, que esta posición cale. En las últimas semanas he visto que vamos coincidiendo e inclusive hay un grupo de congresistas [fujimoristas] que acudió a una reunión con el presidente Martín Vizcarra. Ahora Fuerza Popular muestra su predisposición para este diálogo. Saludo esa nueva actitud y que no repitan, como hace algunas semanas, que cualquier diálogo o reunión con el presidente era una traición. Jamás un diálogo puede entenderse como una traición.

—¿Lo calificaron como traidor por reunirse con el jefe del Estado?
Hubo muchos comentarios. Qué bueno que ahora exista esta nueva actitud y que Fuerza Popular haya entendido que la única manera de construir un mejor futuro para el país es entendiéndonos entre diversas fuerzas y teniendo diálogos constructivos sin condiciones.

—Hace algunas semanas trascendió que algunos congresistas fujimoristas no ven en usted a un presidente de Fuerza Popular. ¿Qué opina sobre esa afirmación?
No he leído esos dichos. En todo caso, soy presidente de 130 congresistas. En el Congreso no solo existe la voz de Fuerza Popular, están las voces de todas las organizaciones políticas y tengo que representar a todas.

—Si no se desataba la crisis de Fuerza Popular, ¿hubiese pedido licencia? Porque se aparta justo cuando estar cerca de la bancada podría representar un costo político.
Es que justamente las crisis te llevan a tomar posiciones. La licencia me da independencia para tomar decisiones que no necesariamente beneficien a un grupo, sino al Congreso.

—¿Puede descartar que la licencia sea el primer paso a una decisión más drástica como una renuncia o un alejamiento de la bancada?
En este momento no pienso en renunciar a Fuerza Popular.

—Suena a un no temporal.
No tengo una bola de cristal para saber qué puede pasar en un futuro.

—¿El término de su mandato como titular del Parlamento conllevará al fin de su licencia de Fuerza Popular?
La licencia es temporal, no tiene plazo de vigencia.

—Es decir, podría prolongarse incluso después de su mandato.
Prefiero enfocarme en el trabajo que venimos haciendo y no proyectarme tanto tiempo hacia adelante. Sabe Dios qué pueda pasar.

—A raíz de algunas decisiones con visos de independencia, parte de la ciudadanía ve con especial detenimiento su accionar al mando del Parlamento. Sin embargo, hay quienes desconfían sobre si el cambio responde a un verdadero propósito de enmienda o si responde a una estrategia política. ¿Qué les diría?
Estamos trabajando para recuperar la confianza de quienes ven no solo al Congreso, sino a prácticamente toda la clase política con desconfianza. Solo el tiempo y nuestro trabajo los hará convencerse de que esto no es una estrategia política particular, sino acciones concretas para mejorar la imagen del Congreso.

—En ese camino, ¿fue un error aprobar en 48 horas la norma que beneficia a reos mayores de edad entre los cuales estaría Alberto Fujimori?
Como dije en su momento, el presidente está obligado a ejecutar los acuerdos de la Junta de Portavoces. Lo que hice fue ejecutar ese acuerdo.

—Pero la aprobación de la norma y la demora en la revisión de las denuncias contra el fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, son precisamente dos elementos que hacen dudar a la ciudadanía sobre un real propósito de enmienda.
El presidente del Congreso fija posición, puede hacer una invocación, pero son los titulares de comisiones quienes tienen la responsabilidad de llevar adelante procesos y agilizarlos.

—¿Por qué considera importante revisar con celeridad las denuncias constitucionales contra Chávarry?
Porque hay que dar muestras de que aquí no estamos confabulados con ninguna autoridad cuestionada. Que se lleve un debido proceso, se respete su derecho a la defensa y finalmente serán las comisiones y el pleno, si es que llega, quienes tomen la decisión.

—Según el presidente de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, César Segura, mientras más le insistan en la necesidad de discutir las denuncias será peor.
No son respuestas que debe dar el presidente de una Subcomisión de Acusaciones Constitucionales. Debe entender que le han delegado una responsabilidad y tiene que estar a la altura.

—Pese a su invocación, Segura volvió a postergar el debate de las denuncias y ya no se verán mañana.
Tiene una gran responsabilidad en sus manos y debería procesar cuanto antes no solo ese expediente, sino todos los que obran en su poder.

—¿Pedro Chávarry debe permanecer como fiscal de la Nación?
Le corresponde a él, como cabeza de institución, reflexionar respecto a su permanencia. Debe evaluar si ayuda a la gobernabilidad de su institución o a mejorar su imagen. Los procesos que se llevan en el Congreso tendrán su cauce y determinarán en un sentido u otro. No me voy a sumar a las voces que le piden al señor Chávarry que dé un paso al costado, porque tampoco lo permitiría conmigo. Él sabrá si mantenerse en el cargo perjudica a su institución.

—¿Esta es una postura de la Mesa Directiva? Porque su tercera vicepresidenta, Yeni Vilcatoma, fue dura con usted y le pidió respeto para una institución autónoma.
Es curioso, yo no me he referido a la institución. Al contrario, como ciudadano he hecho una invocación al doctor Chávarry para que reflexione. Será él quien tome la decisión.

—¿Ha conversado con ella? ¿Le expresó su malestar en privado?
No. Hubiese sido interesante que lo haga.

—Para diversas bancadas, su presidencia está deslegitimada. ¿Dejar la Mesa Directiva está descartado?
¿Por qué la dejaría? Hay quienes siempre van a querer pescar a río revuelto. Son posiciones políticas de bancadas que son opositoras a la Mesa Directiva del Legislativo.

—¿Los cuatro miembros están dispuestos a continuar?
Ese es el encargo que nos ha dado el pleno democráticamente.

—Durante las últimas semanas se conocieron diálogos, cuando menos controversiales, de un chat denominado La Botica en el cual participa. ¿Cuál es su descargo?
Parto de la premisa de que esa es una conversación privada y se está exponiendo públicamente, afectando los derechos individuales de cada uno de los integrantes de ese chat. Son conversaciones políticas. Como dijo el vocero de Fuerza Popular, ha ameritado las disculpas del caso por los términos en los que se han referido personas y autoridades. Es un chat desactivado y que estaba integrado por la comisión política.

—Más allá del carácter privado o el interés público, llama la atención el nivel de diálogo de la mayoría en esa coordinación política.
Y cada uno se hizo responsable de los términos expresados. Milagros Salazar ha pedido disculpas públicas y otros voceros, sin haberse expresado así, también. Es una lección aprendida y dudo que se vuelva a repetir.

—¿Se sentía cómodo formando parte de diálogos como esos?
Nadie puede sentirse cómodo con esas expresiones.

—¿Tras la crisis, Fuerza Popular debe rearmar su comisión política y el comité ejecutivo nacional (CEN)?
Keiko Fujimori ya anunció que el partido entrará en un período de reorganización. Tendrá que convocarse un congreso nacional para que sean las bases quienes definan a los nuevos integrantes de este CEN. Pero prefiero no inmiscuirme en temas internos.

—El congresista Miguel Torres afirmó en entrevista con El Comercio que Ana Herz y Pier Figari ya no deben mantener funciones políticas. ¿Coincide con él?
Obviamente, si va a haber una reorganización en Fuerza Popular, tiene que ser profunda.

—¿Incluyendo a los asesores Ana Herz y Pier Figari?
Creo que he sido claro.

—¿Cree que se hicieron bien las cosas en el manejo de esas cuentas partidarias de Fuerza 2011?
Lo peor que podemos hacer en democracia es criminalizar la política. Siempre debe prevalecer la presunción de inocencia. No he sido testigo ni participé en el partido en esos años. Eso tendrá que determinarlo el proceso. Sin embargo, me parece una medida extrema y excesiva mandar a prisión a alguien por un dicho no corroborado de un tercero.

—¿Por qué una decisión judicial, errada o no, constituiría una “criminalización de la política”?
Porque, por ejemplo, utilizar coordinaciones políticas de un chat para culpar de crimen organizado a congresistas me parece un exceso.

—El chat es un elemento tangencial. Existen aportantes que dicen que no aportaron, testigos protegidos, colaboradores, entre otros.
Está bien, que todo ese tipo de declaraciones siga un proceso de investigación. Si se logra determinar responsabilidades, que se sancione.

—Entonces, ¿ningún político puede ser castigado por presuntos delitos para no caer en la “criminalización de la política”?
Es que no me refería a eso. Me refiero a que a un político no lo pueden perseguir o sancionar por sus opiniones, sean estos en una entrevista o a través de un chat.

—¿Keiko Fujimori es, para usted, una presa política?
Vivimos en una democracia débil, con instituciones débiles. Yo quiero pensar y quiero creer que en el Perú no existen los presos políticos.​

—¿ Cree en los llamativos rumores sobre un presunto plan para dar un golpe de Estado?
En absoluto. Cada semana sale un psicosocial distinto. Qué bueno que el presidente Vizcarra haya enviado un mensaje disipando ese tipo de dudas.

—¿Ve similitudes entre el presidente Vizcarra y Nicolás Maduro, como su colega Tamar Arimborgo?
No. Espero que esos comentarios vayan desapareciendo y entendamos que la única manera de sacar adelante al país es con un diálogo alturado y de respeto mutuo.

Nota editorial: sobre la entrevista al presidente del Congreso, Daniel Salaverry

El presidente del Congreso, Daniel Salaverry, utilizó sus redes sociales esta mañana para señalar que una de sus respuestas a la entrevista que concedió a este Diario, destacada como portada de nuestra edición impresa de hoy domingo 4 de noviembre, había sido incorrectamente editada.

Específicamente, el señor Salaverry manifestó lo siguiente a través de su cuenta en Twitter: "La portada de @elcomercio de hoy edita mis declaraciones. Mi respuesta completa fue: "Vivimos en una democracia débil, con instituciones débiles. Yo quiero pensar y quiero creer que en el Perú no existen los presos políticos".

La versión publicada por El Comercio dice lo siguiente:
“¿Keiko Fujimori es, para usted, una presa política?
No. Vivimos en democracia. Es una democracia débil, con instituciones débiles, pero en el Perú no existen los presos políticos”.

Como consecuencia de lo anterior, El Comercio inició una exhaustiva investigación interna a fin de esclarecer lo acontecido.
Para ello se comunicó con el autor de la entrevista, el periodista Diego Chirinos, y con el señor Salaverry.

Culminada la referida revisión, podemos establecer lo siguiente:

1. La entrevista se realizó en el despacho del presidente del Congreso el sábado 3 de noviembre, entre las 12:30 p.m. y la 1:30 p.m.

2. A las 3:46 p.m., el señor Salaverry se comunicó telefónicamente con el entrevistador para pedirle que retirara una serie de muletillas que había repetido durante la entrevista a fin de estructurar de mejor manera sus respuestas. El señor Chirinos accedió a su pedido de buena fe.

3. Como parte de ese proceso de edición, el entrevistador modificó la respuesta original del señor Salaverry, la misma que se ajusta a lo expresado por este último en su cuenta en Twitter.

Este Diario considera que dicha edición constituyó un error en tanto supera los aspectos meramente formales que el señor Salaverry solicitó precisar, modificando el sentido de lo que expresó. En todo caso, lo correcto hubiera sido plantear nuevamente la pregunta al entrevistado en una comunicación posterior para evitar confusiones.

El Comercio lamenta profundamente lo ocurrido y pide disculpas al señor Salaverry y a sus lectores por este error. En tal sentido, se compromete a realizar una detallada revisión de sus procesos internos a fin de evitar que situaciones como esta se repitan y adoptará las medidas correspondientes en torno a este caso en particular. Tenemos un compromiso con la verdad y los lectores desde hace más de 179 años. Es un contrato que se renueva todos los días, al cual no podemos fallar.