CECILIA ROSALES FERREYROS (@ceciliarosalesf)
SANTIAGO. “Gracias por todos su apoyo. Sin ustedes esto no hubiera sido posible”, le dijo en la madrugada de hoy la canciller Eda Rivas al equipo de diplomáticos y especialistas de la Marina que negociaron las condiciones del comunicado que el canciller de Chile, Alfredo Moreno, leyó en el Palacio de la Moneda cuando eran la 1:30 de la mañana en esta capital, al término de las reunión del 2+2.
Habían transcurrido 14 horas de incansables conversaciones con la contraparte chilena en el edificio Carrera, sede del Ministerio de relaciones Exteriores de ese país.
Pero ya lejos de las sedes de gobierno chilenas, y a solas con el equipo peruano, Rivas se refirió, de manera especial, a dos personas que fueron vitales en las “duras” negociaciones producidas ayer en Santiago: la diplomática Marisol Agüero y el asesor jurídico de la Cancillería Juan José Ruda, dos de los ‘tres mosqueteros’ del agente peruano en La Haya, Allan Wagner.
El abogado Ruda, según los testigos, se transformó en el edificio Carrera en el “doctor Rudo”, por su vehemencia en algunos momentos de la negociación con el equipo chileno.
EL INICIO DE LA DELIMINTACIÓN
Antes de iniciar la reunión del 2+2, la parte peruana pensaba que el cronograma de implementación del fallo de La Haya podía fijarse de manera más acotada. Incluso algunos miembros de la delegación peruana consideraban que el 26 de febrero se podía empezar a fijar las coordenadas del límite marítimo.
Sin embargo durante las conversaciones en la cancillería chilena, se toparon con una realidad irrefutable: Para establecer las coordenadas del primer punto del límite marítimo, debe tomarse en cuenta que la Corte de La Haya estableció que este se inicia en el Hito N° 1 con baja marea. Pero la medición de baja marea, depende del ciclo de la Luna, por lo cual es necesario esperar tres semanas para obtener un promedio de la baja marea.
Pero, igual, la satisfacción por la importancia de lo acordado esta madrugada era inocultable: Un cronograma absolutamente preciso que permitirá que el 25 de marzo se fijen las coordenadas del último eslabón de esta historia que ya lleva más de seis años, y que se inició con una serie de trabajos previos a la presentación de la demanda peruana en enero del 2008.
BUQUES PERUANOS EN EL NUEVO MAR DE GRAU
Es por eso que esta madrugada la satisfacción era evidente, especialmente para Ruda y Agüero, que sentían que –con el compromiso por escrito y muy preciso firmado por ambos países– finalmente y después de tanto tiempo había quedado todo encaminado.
Mañana sábado, ingresarán por primera vez un buque y una patrullera peruana al denominado “triángulo interno”, el mar que ocupaba Chile y que ahora pasará a ser peruano. Hasta ese detalle quedó grabado en blanco y negro en la reunión en el edificio Carrerra.
Por eso una botella de champagne fue solicitada en la sala de reuniones de la delegación peruana en el hotel donde se hospedaron para brindar por el trabajo realizado, reunión a la que se sumó esta periodista, apodada gentil e inmerecidamente por ‘los mosqueteros’ como ‘La cronista de La Haya’ por haberlos acompañado en los últimos siete años con reportajes sobre el caso.
Y al final, cuando ya el cansancio de varios días previos había vencido a más de uno, un hecho fortuito nos recordó rápidamente lo verdaderamente importante en todo esto. Un trabajador del hotel se acercó a la delegación y dijo: “Soy peruano y me hubiera gustado poder agradecer a la canciller porque hace 14 años que trabajo aquí. Mis dos hijos han nacido en Chile y estoy muy feliz por todo esto, porque sé que ya terminó y solo nos puede traer beneficios”.
Un emocionante cierre de jornada para un día histórico.