A menos de seis meses de las elecciones generales, un nuevo pedido de vacancia por incapacidad moral contra Martín Vizcarra ha sido presentado en el Congreso de la República. El hecho ocurre poco más de un mes después del primer proceso de vacancia presidencial, que no prosperó en el pleno el pasado setiembre.
Esta vez, el pedido responde a los testimonios de aspirantes a colaboradores eficaces revelados por El Comercio, según los cuales el presidente de la República habría recibido sobornos por parte de los consorcios Obrainsa-Astaldi e ICCGSA-Incot a cambio de ser favorecidos en licitaciones, cuando estaba al mando del Gobierno Regional de Moquegua.
Mira: Tres aspirantes a colaboradores afirman que dieron S/1′300.000 a Martín Vizcarra por hospital de Moquegua
En diálogo con este Diario, tres especialistas analizaron el panorama de esta nueva crisis política.
¿Seguirá la nueva moción de vacancia el mismo camino que la anterior, que no alcanzó los votos?
Luego de haberse difundido los audios del caso Richard Swing en el Legislativo, en los que se oía a Vizcarra coordinar con funcionarios de Palacio la estrategia de defensa sobre las visitas del cantante, congresistas de seis bancadas presentaron una moción de vacancia presidencial contra Martín Vizcarra por incapacidad moral. Dicha moción fue admitida a trámite por el pleno del Congreso, con 65 votos a favor, 36 en contra y 24 abstenciones.
Para admitir una moción de vacancia y que, de ese modo, pase a debatirse en el pleno, se necesitan 52 votos. Sin embargo, la valla es más alta para para aprobar la vacancia y retirar al mandatario del cargo: según el artículo 89 del reglamento del Congreso, se necesitan 87 votos a favor de la medida.
Esta valla no fue alcanzada tras el debate: con solo 32 votos a favor, 78 en contra y 15 abstenciones, el pedido de vacancia fue rechazado.
Gabriela Vega, politóloga
Todo parece indicar que no habría ningún motivo para creer que esta moción pueda llegar más lejos que la anterior. Pero lo cierto es que tenemos actores políticos -dentro y fuera del Estado- acostumbrados a jugar sus cartas estratégicamente hasta la hora final del juego. En este Congreso, cada hora cuenta para tomar decisiones o, incluso, revertirlas. Pocas bancadas han adelantado posición, probablemente sean nuevamente Acción Popular y Alianza Para el Progreso las que determinen el avance de esta segunda moción.
Mabel Huertas, analista política
Si el Congreso admitió la moción de vacancia por el caso Richard Swing, menos serio que el actual, va a tener que continuar en la misma línea. La última vez, todo giraba en torno al caso de Richard Swing. El caso Obrainsa es mucho más serio, existe cierto sustento y una investigación de la fiscalía. Así que es muy probable que la moción sea admitida para el debate, aunque ello no significa que lo vayan a vacar.
José Incio, politólogo
En principio, es poco probable que se dé una vacancia, aunque va a depender de los elementos que se vayan conociendo en los próximos días.
Creo que va a ser difícil que la moción sea admitida, porque tiene menos soporte que la anterior. Sin embargo, algo que nos han demostrado estos meses las bancadas del Congreso es que son muy impredecibles. En caso llegase a ser admitida, su aprobación dependería de los nuevos elementos que se vayan conociendo.
2. ¿Cuál será el papel de la bancada de Acción Popular en esta nueva moción? ¿Le conviene electoralmente de cara al 2021 al partido que Manuel Merino asuma la presidencia en reemplazo de Vizcarra?
En el último proceso de vacancia, el rol de Acción Popular se manifestó incluso antes de que se admitiese la moción, cuando -según reveló IDL Reporteros- el congresista de la lampa y presidente del Parlamento, Manuel Merino, contactó a altos mandos de las Fuerzas Armadas para informarles sobre una posible vacancia presidencial. Merino de Lama, como presidente del Congreso, sería el encargado de asumir el sillón presidencial en reemplazo del jefe de Estado, en caso este sea vacado.
Tras la revelación, Martín Vizcarra acusó a Merino de conspirar en su contra. Este, por su parte, reconoció haber entablado el contacto con los comandantes, aunque negó un intento de complot y señaló que las llamadas tenían como finalidad “transmitir calma”.
Por otro lado, AP fue el grupo parlamentario que más firmas aportó a la presentación de la primera moción: de los 24 legisladores del grupo parlamentario, 12 firmaron el documento para que pueda ser presentado ante el Congreso.
Luego, en la siguiente etapa, que corresponde a admisión a trámite de la moción, 16 acciopopulistas votaron a favor. En contra se manifestaron Hans Troyes, Anthony Novoa, Mónica Saavedra y Rolando Campos votaron en contra. Luis Roel, Paul García y Freddy Llaulli se abstuvieron.
La división en la bancada de la lampa respecto de la moción responde a las facciones que existen al interior del grupo parlamentario. Como ha informado este Diario, en AP se presentan tres alas: la conservadora, vinculada a los líderes partidarios Alfredo Barnechea y Raúl Diez Canseco (13 parlamentarios), la izquierdista, relacionada a Yonhy Lescano y Mesías Guevara (8 parlamentarios) y radical, liderada por Orlando Arapa (3 parlamentarios).
Ya en la etapa final, tras debatirse la vacancia en sí, únicamente dos acciopopulistas votaron por retirar a Vizcarra de la presidencia: Orlando Arapa y Luis Carlos Simeón. El resto de la bancada votó en contra.
En este segundo pedido de destitución, la división en la bancada ya empieza a asomarse: los congresistas Orlando Arapa y Rosario Paredes la firmaron, pese a que el vocero alterno de la bancada, Ricardo Burga, había señalado que su partido no firmaría ninguna moción.
Gabriela Vega, politóloga
El papel de Acción Popular es decisivo, son la primera minoría. Sin embargo, para predecir sus comportamientos o responder qué le conviene o no es necesario definir primero de cuál Acción Popular estamos hablando: la bancada, el partido, o cada una de facciones que existen dentro él.
Lo que puede convenirle a un congresista en funciones en su búsqueda de mantener o aumentar su poder, puede colisionar directamente con lo que puede convenirles como agrupación política de cara a los futuros comicios.
Mabel Huertas, analista política
Para saber cuál será su rol habría que apelar a la racionalidad de los actores, pero no necesariamente los actores tienen esa racionalidad. De ninguna manera le conviene a Acción Popular que una de sus figuras asuma la presidencia en reemplazo de Vizcarra, porque estarían cargando con los pasivos de Vizcarra en cuanto a la gestión de la pandemia, que son muchos.
Ahora bien, si la vez anterior algunos miembros de Acción Popular decidieron apoyar la vacancia, en un bloque tan desintegrado, probablemente esta vez también lo hagan.
José Incio, politólogo
Habría una sola racionalidad si fuera un partido más serio. El problema es que la bancada tiene varias facciones. Además, creo que, dentro del partido -pero fuera del Congreso- verían con mucho peligro que Manuel Merino tome la presidencia, pues podría tener un costo electoral fuerte para el partido. Si Merino lo tuviera como agenda propia, tendría que remar bastante para conseguir un voto en bloque a favor de la vacancia.
3. ¿Cómo evalúa las respuestas del presidente Martín Vizcarra tras los señalamientos en su contra?
Tras conocerse los testimonios de los aspirantes a colaboradores eficaces, según los cuales el presidente recibió sobornos de empresas constructoras a cambio de favorecerlas en procesos de licitación, cuando era gobernador de Moquegua, Vizcarra ha dado entrevistas en los programas dominicales “Panorama” y “Cuarto Poder”. A comienzos de octubre, lo hizo también en “Punto Final”, donde fue interrogado por el caso Richard Swing.
Gabriela Vega, politóloga
La decisión del presidente de dar la cara a la prensa es, en mi opinión, acertada. Sin embargo, ni responder competentemente una entrevista ni articular solventemente una intervención en el Pleno determinan por sí solos lo que es verdadero.
Venimos escuchando versiones contradictorias, insuficientes y parcializadas de cada una de las partes, por lo que, en este caso, como en el caso que desató la primera moción, si estamos verdaderamente interesados en encontrar la verdad, deberíamos concentrarnos en exigir garantías para una investigación seria de las instancias competentes.
Mabel Huertas, analista política
El presidente ha dado respuestas insatisfactorias. Todas han sido respuestas políticas a un asunto totalemente legal. Ha intentado maquillar las respuestas con asuntos de gestión que nada tenían que ver.
Pero eso sí: ha estado bien preparado para las entrevistas, en el sentido de cómo sacarle la vuelta a las preguntas. Pese a ello, sus respuestas han dejado más dudas. Ha demostrado destreza para saber torear las preguntas, pero no las ha respondido.
José Incio, politólogo
Sus respuestas no han sido satisfactorias ni claras, aunque es positivo que haya salido a responder inmediatamente. Pese a que hay todavía bastante por investigar, me parece bien que haya salido a enfrentar el tema desde el principio,
Sin embargo, es algo que demuestra también la fragilidad del Gobierno: es un presidente que no tiene bancada, no tiene partido, y que salga a defenderse solo en entrevistas televisivas es complicado.
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Martín Vizcarra sostuvo que responderá ante el nuevo pedido de vacancia con “calma y firmeza”.
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