Alejandro Celestino Toledo Manrique (78) está a pocas horas de regresar al Perú, país que gobernó y del que huyó, hacia Estados Unidos, cuando el brazo de la ley buscaba alcanzarlo para que responda por los cargos de presunta corrupción y lavado de activos.
El expresidente se entregó el vienres a la justicia de Estados Unidos, luego de que el juez federal de la Corte del Norte de California, Thomas S. Hixson, lo conminó a ser recluido en un penal tras perder una larga batalla judicial con la que buscaba anular su proceso de extradición hacia el Perú.
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Hace seis años, en enero del 2017, el expresidente huyó cuando se iniciaba una investigación en su contra por la presunta recepción ilícita de US$35 millones por parte de la constructora Odebrecht a cambio de adjudicarles de manera irregular la construcción de los tramos 2 y 3 de la carretera Interoceánica.
Horas antes de su entrega, Toledo adelantó que pediría que se le varíen los 18 meses de prisión preventiva que debe cumplir en nuestro país por arresto domiciliario.
El sometimiento de Toledo Manrique a la ley norteamericana no fue de buena voluntad, sino porque sus infructuosas argucias legales para dilatar el proceso de extradición se le agotaron.
Hixson había dispuesto que se entregara en la Corte de San José, en California, sin embargo, los periodistas que esperaban en los exteriores no lograron registrar su ingreso.
Luego de ser captado por algunos medios saliendo de su domicilio en Menlo Park minutos antes de las 11 de la mañana (hora peruana) no se lo volvió a ver más.
Vestía un pantalón azul y una casaca verde, la misma que usó cuando fue liberado bajo fianza en el 2019, luego de su primer arresto debido a la extradición.
Él mismo colocó en un auto las maletas con sus implementos personales que llevaría inicialmente a la prisión en EE.UU. y luego, de regreso al Perú. Estaba acompañado por su abogada Mara Goldman y su esposa Eliane Karp.
“No me publiques nada”, fueron sus últimas palabras a los medios de prensa antes de subirse a su auto y perderse en el tráfico californiano.
Fuentes vinculadas a la extradición confirmaron a El Comercio que Toledo Manrique se entregó al Servicio de Alguaciles de California. De allí, luego de pasar los controles y registros, fue recluido en el centro correccional de Maguire del condado San Mateo (California), según su registro en el Servicio de Alguaciles de los EE.UU. (Marshal) al que accedió este Diario.
Esta es la segunda vez que el político, que alguna vez encabezó una movilización contra la corrupción, la Marcha de los Cuatro Suyos, pisa la prisión de Maguire.
En el 2019, al ser apresado, fue internado inicialmente en el penal de Santa Rita (ciudad de Dublín), pero por su condición médica fue trasladado a San Mateo.
Así se inicia otra etapa del proceso de extradición, luego de que EE.UU. decidió, en el ámbito judicial y político, que había méritos para que el otrora “cholo sano y sagrado” –como alguna vez lo apodó su esposa Eliane Karp– sea deportado a su país de origen para que enfrente a la justicia.
Su traslado
La forma en que será trasladado Toledo al Perú se oficializaría este sábado, indicaron fuentes vinculadas a dicho proceso, quienes confirmaron que el viernes en la tarde Estados Unidos envió la nota diplomática informando de la detención del expresidente.
Las mismas fuentes explicaron que el equipo para viajar ya estaría listo. Sin embargo, Estados Unidos ya acreditó a un grupo de alguaciles que trasladarían al exmandatario este domingo en un vuelo comercial.
Según las fuentes, la intención es transportar al extraditable lo más pronto posible.
Inquilino en Barbadillo
Mientras se define cuál será el escenario para el traslado de Toledo, el proceso judicial por el Caso Interoceánica registró el mismo viernes su tercera audiencia de control de acusación.
La fiscalía ha solicitado 20 años y seis meses de cárcel para el expresidente
Las cabezas empresariales de Odebrecht confesaron a la fiscalía peruana que Toledo solicitó una coima a cambio de favorecerlos con el proyecto de la carretera Interoceánica. Incluso, Josef Maiman, quien fue su amigo, aseguró que prestó las cuentas de sus empresas para que Toledo reciba el pago ilícito.
Cuando el extraditable pise suelo peruano, será puesto a disposición del juez de Investigación Preparatoria, Richard Concepción Carhuancho, que procesa el Caso Interoceánica y quien dictó una orden de prisión preventiva de 18 meses en su contra por este caso.
Luego de ello, deberá pasar por Medicina Legal y posteriormente ser internado en el penal que disponga el Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
Javier Llaque, jefe del INPE, informó que el penal al que le corresponde ir sería el de Barbadillo, en Ate. En declaraciones a Canal N, explicó que por seguridad y por el cargo que ocupó le correspondería dicho centro carcelario y en un régimen ordinario. “Tienen un área donde es su dormitorio, un televisor con señal abierta, patio o jardín”, indicó.
Así ,Toledo se convertiría en el segundo expresidente del Perú en ser extraditado por graves delitos –antes lo fue Alberto Fujijori desde Chile–, y en el tercer inquilino de Barbadillo, donde cumpliría prisión preventiva junto con Fujimori y Pedro Castillo.