(Foto: Presidencia Perú)
(Foto: Presidencia Perú)
Enrique Pasquel

La percepción generalizada es que el país anda mal. La gente es pesimista y las últimas noticias no ayudan. Pero si miramos el bosque completo, veremos que el Perú anda mejor de lo que la mayoría piensa. Veamos algunos datos en cuatro de los temas más importantes.

1) Seguridad: anualmente el INEI mide a través de una encuesta el porcentaje de la población que ha sido víctima de algún delito. En el 2011, el 40% de la población de 15 años a más del área urbana sufrió algún crimen. Desde ese momento, casi todos los años ese porcentaje ha disminuido, llegando a 28,8% durante el 2016. En la primera mitad de este año, además, ha bajado a 26,9%. Durante la gestión de Basombrío, asimismo, se ha detenido un inusual número de policías corruptos –señal importante para la reforma de la institución– y se vienen tomando medidas necesarias y por mucho postergadas, como encargar las labores burocráticas de las comisarías a civiles para que haya más policías en las calles o el refuerzo del sistema de recompensas. Hay mucho por hacer, pero vamos mejorando.

2) Corrupción: este también es un problema enorme, pero tener a dos presidentes tras las rejas y a otro con orden de captura es una buena señal: con todos los defectos de nuestro Poder Judicial, no existe impunidad absoluta para los poderosos. Como resaltó Sonia Goldemberg en “The New York Times”, esto le está dando credibilidad a nuestro alicaído sistema de justicia. Y es un buen mensaje para los próximos gobernantes que consideren repetir delitos como los cometidos con Odebrecht. A ello hay que sumar que recientemente se removió a un contralor nocivo y se le cambió por otro que promete elevar el nivel de la contraloría.

3) Economía: como recordó Miguel Palomino, el bajo crecimiento del Perú es, dentro de todo, el mejor entre las grandes economías de la región. Además, habría que esperar que las cosas mejoren el próximo año por la suma de varios factores: es muy improbable que la economía vuelva a ser afectada por un fenómeno como El Niño costero o por un escándalo de la magnitud del de Odebrecht, hay grandes proyectos públicos que se están destrabando, parece que los precios de los metales empezarán a favorecernos y ya no tenemos un contralor obstruccionista. La última predicción del BCR, según Julio Velarde, es que “el punto de inflexión ha llegado” y que para el 2018 la economía crecería entre 4,1% y 4,2%. A esto hay que añadir que el gobierno ha tenido la iniciativa desburocratizadora más importante de los últimos años, la cual puede rendir importantes frutos si es que no pierde prioridad para . Finalmente, pasamos de un presidente que, en el fondo, nunca apreció la inversión privada ni entendió el funcionamiento del mercado a otro que no sufre de ese problema. Y eso es una diferencia importante.

4) Democracia: el presidente anterior coqueteó por mucho tiempo con el chavismo (incluso como gobernante homenajeó a Chávez y respaldó a Maduro). Durante su gobierno se usó el servicio de inteligencia para espiar a opositores y se intentó poner contra las cuerdas en más de una ocasión a los medios de comunicación. Hoy, no solo hemos superado esos graves problemas, sino que PPK, junto con el canciller Luna, ha liderado la defensa de la democracia en la región frente a la dictadura venezolana. El resquebrajamiento del chavismo, adicionalmente, significa que la influencia de este virus en nuestra política local ya no va a ser una preocupación.

El Perú está lleno de problemas enormes. Pero hay que tener cuidado con cometer el error de subestimar nuestra situación, pues cuando los ciudadanos tienen una imagen del país más oscura de lo que realmente es y creen que todo solo va a empeorar, pueden tomar decisiones públicas y privadas que terminen convirtiendo al fracaso en una profecía autocumplida.

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