De Pikachú a Picasso. Un horrible tatuaje de la popular mascota de Pokemón se convirtió en una ‘obra maestra’ gracias a la creatividad de una tatuadora. El antes y después se popularizó en Instagram.
Lindsay Baker, de Massachusetts, Estados Unidos, es la autora de este tatuaje. Según cuenta, un cliente cargaba por varios años un deforme tatuaje de Pikachú hecho por una chica borracha. En vez de borrarlo con cirugía láser, decidieron disimularlo de otra manera.
“Había tatuado a este cliente en particular varias veces cuando él me mostró el tatuaje. Me emocioné y sugería que tatuáramos a Pikachú dibujándose a sí mismo, mi cliente me dijo que tenía la misma idea”, reveló Baker.
Según reveló la artista, en total el tatuaje tomó una dos horas. Noten la botella de Heineken al costado del Pokemón, la misma bebida que ingirió la autora original del tatuaje.
Más del trabajo de Baker puede ser encontrado en su cuenta de Instagram o en la página de Nite Owl Tattoo.
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