La caza de elefantes por el marfil no solo afecta su número, sino que destruye las sociedades formadas por estos animales al estar dirigida a los miembros más viejos de las manadas.
En Nairobi, capital de Kenia, los elefantes huérfanos por la caza furtiva son enviados a un orfanato hasta que son lo suficientemente grandes para sobrevivir solos.
Al menos 23 especímenes viven en este lugar, donde son atendidos y alimentados a mano por los cuidadores.
Los elefantes africanos son una de las especies más vulnerables a la extinción. No solo se enfrentan a la caza, sino también a la pérdida de su hábitat natural por la tala de árboles y urbanización.