El ‘hombre más tatuado de Francia’: es profesor y tiene prohibido enseñar a niños por su aspecto

Con el pasar de los años han ido desapareciendo los prejuicios sobre las personas tatuadas; sin embargo, todavía el mundo parece estar lejos de mirar por igual a aquellos que deciden convertir su cuerpo en un lienzo y llenar su piel de tinta. De esto es testigo Sylyain Helain. A continuación, te contamos una de esas historias increíbles que no podrás dejar de leer.

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Helain ha ejercido como profesor por más de una década y es denominado el ‘maestro más aterrador del mundo’, aunque él prefiere que lo llamen ‘el docente más tatuado del mundo’.

Sylyain, según sus propias palabras, asegura haber pasado más o menos 460 horas realizando todos sus tatuajes. Su experiencia enseñando a niños la ganó en escuelas de Londres y del norte de Francia.

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Sin embargo, debido a su apariencia, ha sido protagonista de un episodio que solo le generó tristeza e indignación. Funcionarios franceses le prohibieron educar a niños en edad de guardería en la escuela Paul Langevin de Palaiseau, después de que un niño de tres años tuviera una pesadilla con él y les contara a sus padres.

Los progenitores de aquel infante tomaron cartas en el asunto y, después de ejercer su reclamo, se tomó la decisión que solo educara a niños mayores de seis años. Esta medida sorprendió por completo a Sylyain.

“Cuando sean adultos, es menos probable que sean racistas u homofóbicos, y no mirarán a las personas discapacitadas como si fueran algo de un circo”, comentó Loic, un ex alumno de Sylyain, al ‘Diario Vasco’.

Loic, sobre el papel que desempeñan los padres en estos actos de discriminación, agregó: “Reaccionan sobre todo los padres, porque hoy se enseña a los jóvenes a respetar todas las apariencias”.

Sylyain ha recibido miles de mensajes de apoyo a través de las redes sociales, tanto de personas tatuadas como de aquellas que no comparten la afición por el mundo de la tinta. Debes mirar a todos por igual sin importar como luces, es el gran mensaje que busca enviar Sylyain a través de su historia.

Fuente: El Tiempo