“A rey muerto, rey puesto”. Se puede decir que es uno de los refranes más populares, pues lo más seguro es que lo hayas escuchado en algún momento de la vida, y aunque tienen orígenes inciertos, se transmiten de generación en generación.
Los dichos o refranes son frases que siempre nos dejan una moraleja o una enseñanza oculta. Asimismo, se caracterizan por estar estructurados en versos y rima en asonancia o consonancia. Pero, más allá de toda esta teoría, lo que a todos nos interesa es conocer el significado y el origen de estos.
En ese sentido, conoce a continuación el significado y origen del popular refrán “A rey muerto, rey puesto”.
Origen del refrán: “A rey muerto, rey puesto”
Según la leyenda el refrán proviene de Felipe V, El Animoso durante la Guerra de Sucesión Española, en los primeros años del siglo XVIII. Felipe quiso luchar y sus soldados le recriminaron que no debía arriesgar su vida siendo el rey. Uno de sus hombres le rogó que se pusiera a cubierto a lo que el rey respondió: “Si el rey muere, otro habrá. A rey muerto, rey puesto”...
Significado del refrán: “A rey muerto, rey puesto”
En su origen el refrán expresaba la continuidad dinástica de los reyes, y en la actualidad lo utilizamos para recordarnos que nadie es irreemplazable, sea quien sea, y haga lo que haga.
Esta popular frase nos puede indicar la prontitud con que las cosas cambian; nadie es imprescindible en cualquiera de los ámbitos de nuestra vida: en el trabajo, en el amor, donde sea.
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