Love, Death & Robots
2019-2022
Netflix
Director:
David Fincher , Tim Miller
Actores:
Josh Brener, Katie Lowes, Gary Anthony Williams
Género:
Ciencia cicción, Fantasía, Thriller
Duración:
3 Temporadas
Clasificación:
+13
Saltar Intro | Tráiler del Volumen 3 de "Love, Death & Robots". (Fuente: Netflix)
Saltar Intro | Tráiler del Volumen 3 de "Love, Death & Robots". (Fuente: Netflix)
Leonardo Ledesma Watson

Si mezclamos la más arriesgada animación con tramas que incluyan soldados arquetípicos, animales futuristas de garras metálicas, enjambres alienígenas que se apoderan de tu mente, artistas que deambulan en el cosmos, un yogur político que gobierna a la humanidad, bucles temporales infinitos o zombis que nos muestran cómo el exterminio global es comparable casi con una flatulencia galáctica, tendríamos solo un vestigio de lo que vamos a ver en “”.

La serie antológica nació en Netflix en 2019 pero estuvo en las cabezas de los directores David Fincher (Fight Club) y Tim Miller (Deadpool) desde hace más de una década, según este último. Y aunque a ellos dos se suman Jennifer Miller y Joshua Donen como productores, el proyecto tomó vuelo e hizo noticia gracias a la colaboración de un sinfín de profesionales del audiovisual.

MIRA: Love, Death & Robots: ¿por qué Netflix no muestra los episodios en orden?

En él hay historias destinadas a navegar entre el horror, la fantasía y eso que parece imposible, sin embargo, logran trascender su condición ficcional resultándonos incluso más familiares y reconocibles que la mismísima realidad.

¿Qué pretenden estos cortometrajes tan dispares como ingeniosos? La fórmula es sencilla: convocar realizadores, cineastas, animadores y artistas para crear pequeñas piezas que abarquen universos enormísimos con la idea de mostrar, más allá de ciertos efectismos, un espejo en que parte de la humanidad se vea reflejada. Como todo arte, debatible; como todo producto, perfectible.

Jason Winston George como Afriel y Rosario Dawson como Dr. Mirny en " Love, Death & Robots: Volume 3".
Jason Winston George como Afriel y Rosario Dawson como Dr. Mirny en " Love, Death & Robots: Volume 3".

Hace algunos meses, cuando les preguntó a Tim Miller si la serie había empezado a establecer parámetros para las historias animadas, el creador comentó, un poco en broma, un poco en serio, que “sería arrogante de mi parte decir que hemos tenido un impacto en la animación para adultos, aunque creo que sí. Este podría ser un mensaje para la industria: se pueden contar historias más experimentales y arriesgadas. Hagámoslo”.

Entre otros cuestionamientos, Peralta se animó a preguntarle a Jennifer Miller si es que “Love, Death & Robots” podría servir como base para proyectos más grandes como series o películas: “Sería maravilloso expandir el universo de alguna de estas historias en otras formas. Depende de la naturaleza de cada historia, claro, porque algunas son perfectas en su forma pequeña de corto, pero otras tienen mucho potencial”.

Crítica sin concesiones

En las propias bases de su género, “Love, Death & Robots” se comporta como un artefacto contrario a la ciencia ficción escapista, un concepto de mitad del siglo veinte que planteaba que las historias fantásticas solo debían limitarse a contar su propia trama y a entretener.

Fue el escritor norteamericano Theodore Sturgeon, entre otros, quien en 1952 ensayó una respuesta sobre el género en mención y que representa muy bien, por ejemplo, lo que se aprecia en los capítulos de la serie: “Una historia de ciencia-ficción es una historia construida alrededor de seres humanos, con problemas humanos y una solución humana, pero que no habría sucedido sin un contenido científico”.

Y aunque en esto último puedan existir discusiones ya que algunas beben más del horror cósmico, la ópera espacial o el steampunk que del sci fi duro con planteamientos más estéticos o tenebrosos en vez de científicos, es innegable identificar los presupuestos filosóficos en varios episodios.

Para llevar adelante esta tesis, hay ejemplos de sobra dentro de los mismos: de más está mencionar “Tres robots” (el único que tiene secuela dentro de los 35 capítulos divididos en tres volúmenes), en el que, como bien dice el título, un trío de androides hace turismo por una tierra devastada y postapocalíptica, mientras dialogan y reflexionan con una aparente ingenuidad, para enrostrarnos cuán lejos puede llegar la estupidez humana.

Josh Brener como K-VRC en "Love, Death & Robots: Volume 3".
Josh Brener como K-VRC en "Love, Death & Robots: Volume 3".

También podríamos hablar de “Mal viaje”, el corto dirigido por Fincher donde un grupo de marineros tiene prisionero a un monstruoso decápodo similar a un cangrejo. Aquí asistimos a un juego de traiciones entre quienes van alterando la jerarquía de la tripulación para salvar su pellejo sin importar a cuántos se deba sacrificar. El terror en este punto se explora en ambas vías, la de la bestia y la de los perseguidos, dejando algo borrosa la frontera del verdadero peligro.

Ambos cortos son de los más famosos dentro de la antología (Quizá junto a “Más allá de la grieta” -el mejor puntuado en IMDB-, “Testigo” o “Jíbaro”, dos multipremiados en los Emmy, creaciones directas del español Alberto Mielgo) y reúnen bien el espíritu y la filosofía de una de las propuestas más originales de la historia del gigante del streaming.

Jíbaro, episodio de "Love, Death & Robots".
Jíbaro, episodio de "Love, Death & Robots".

Por otro lado, dos historias de las cuales no se habla mucho son “Zima Blue” y “El gigante ahogado”. La primera en mención es la decimocuarta del volumen uno y está basada en el libro del astrofísico Alastair Reynolds. Aquí conocemos al artista más famoso del mundo, Zima, un hombre tan admirado como incomprendido que, debido a su búsqueda por nuevas formas de expresión, va trascendiendo su pensamiento e incluso su corporalidad, dejando atrás su forma humana y generando preguntas incontestables con el afán de buscar el sentido de la existencia.

La historia echa mano del recurso de la línea del tiempo, utilizando los hechos cronológicos que Zima recuerda para plantear el proceso nietzscheano del camino al superhombre: 1) Zima ha trascendido cualquier tipo de doctrina, imposición o creencia matando así la idea de un dios externo para saber que él, en sí mismo, puede ser parte de algo más grande 2) No se limita a los preceptos sociales y asume su responsabilidad entera para decidir sobre su propia vida 3) A través de esta voluntad y de su arte, Zima plasma lo que para él es el cosmos y el significado alejado de cualquier componente de corte egocéntrico y 4) Finalmente, la trascendencia. Zima completa su ciclo volviendo a la esencia más pura de lo que siempre fue. No puedo decir más, así que será mejor que lo vean por ustedes mismos.

En “El gigante ahogado” todo empieza con un evento fantástico que rompe con las convenciones de la realidad pero que a su vez nos invita a integrar otra como la de saber que hay un ser colosal en la orilla de una playa. La historia está basada en un cuento especulativo de JG Ballard, publicado en 1964, y se narra desde el punto de vista de un científico quien va observando cómo el cuerpo tumbado se va deteriorando por el paso del tiempo y diversos elementos externos como el clima o los animales.

En algún punto se da cuenta de que el gigante va perdiendo algunas extremidades, parte de su piel y sus músculos y que estos son cercenados por las personas que van a visitarlo, primero como una atracción turística y luego como un producto del que necesitan servirse. A la larga, lo que queda de él, más allá de los huesos que yacen al lado del mar, se termina exhibiendo en una carpa de circo (algo tomado directamente del relato original). Entre las últimas cosas que dice el científico que cuenta la historia, pocas tan poderosas como cuando observa a todos divertirse con aquel cadáver de veinte metros: “No había nada mórbido porque, para efectos prácticos, consideraba que el gigante seguía vivo. Incluso más vivo que muchas personas a mi alrededor”.

Troy Baker como Torrin in "Love, Death & Robots: Volume 3".
Troy Baker como Torrin in "Love, Death & Robots: Volume 3".

Una nueva temporada

Luego de tres temporadas, Netflix dio luz verde en agosto de 2022 a una cuarta que aún no tiene fecha tentativa de estreno. Claro, esto demuestra lo mucho que se está apostando por un proyecto de estas características.

¿Cuáles han sido hasta el momento las supuestas claves de su éxito? Los desequilibrios entre sus historias son, precisamente, lo que ubica a esta serie antológica, tan fascinante como aterradora, entre aquellas que conectan con una cantidad inmensa y una diversidad saludable de espectadores.

Gabriel Luna como Sergeant Nielsen "Love, Death & Robots: Volume 3".
Gabriel Luna como Sergeant Nielsen "Love, Death & Robots: Volume 3".

Lo que para algunas producciones representaría un error o una invitación al fracaso, para “Love, Death & Robots” es la gasolina capaz de encender el interés de parte de una audiencia en la que podrían convivir lectores entrenados, fans de Stanislaw Lem, frikis que no suelen ausentarse de las convenciones, conspiracionistas con miedo a subirse a un avión y ver la curvatura de la tierra, e incluso activistas que nos gritan en la cara que el mundo se va a acabar. Para todos ellos, la serie funciona. Para Netflix, también.

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