San Martín: el refugio de ensueño en medio de la selva para desconectarse y explorar la naturaleza

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Es la selva peruana en una de sus versiones más fértiles, coloridas y abundantes. Hay árboles de huayruro, mariposas y colibríes. Hay sachaculantro, cacao y pan de árbol (un fruto pulposo utilizado con distintos fines). Hay vida arriba, abajo y alrededor de donde uno se coloque, y la sensación solo puede resumirse en una palabra: agradecimiento.

Bosque Guardián es un ‘ecolodge’ ubicado a unos 40 minutos de la ciudad de Tarapoto, en medio de un área de conservación natural. Para acceder hay que cruzar un puente, como quien se adentra en un nuevo capítulo, en un nuevo comienzo. No hay señal —para quien quiera escapar de todo, esto no debería ser un problema— pero el hotel tiene wifi tanto en el restaurante como en las cabañas, cada una separada por varios metros de distancia y situadas a unos diez minutos, caminando, de las áreas comunes.

Tan solo recorrer ese trecho ya es una aventura en sí misma, sobre todo por la noche, con linterna en mano y los sonidos de la fauna originaria como ruido de fondo. Las impresionantes cabañas, construidas con bambúes y otros materiales naturales, tienen terrazas y hamacas, además de baño privado al aire libre (o más bien, sin techo). Pocas veces se tiene la oportunidad de vivir, o de convivir con la naturaleza de esta manera.

El trabajo con la comunidad es esencial: desde las rutas de aventura por cascadas cercanas, pasando por la visita a cultivos de cacao para aprender todo sobre este proceso, hasta terminar en un taller de papel natural elaborado tanto para el hotel como para otros espacios (entre ellos, algunos restaurantes limeños): la oferta de actividades es variada y completa.

En esa ecuación, la gastronomía no podría faltar, y comer en la mesa de Bosque Guardián es un verdadero lujo. Cada día, el chef Gregorio Laban sirve un menú distinto utilizando ingredientes de la zona con técnicas de alta cocina. El factor sorpresa está garantizado, y la aventura culinaria potencia cada segundo de este viaje. //