Además del evidente parecido físico, el escritor peruano Ricardo Palma, fallecido hace 100 años, y el director de cine Augusto Tamayo comparten la pasión por contar historias para intentar comprender, sin juzgar, las debilidades humanas.
Además del evidente parecido físico, el escritor peruano Ricardo Palma, fallecido hace 100 años, y el director de cine Augusto Tamayo comparten la pasión por contar historias para intentar comprender, sin juzgar, las debilidades humanas.
/ SOMOS > ELIAS ALFAGEME

Es verdad que se parece a . Aquella no solo fue la impresión de quien escribe y del editor fotográfico de esta revista, antes de encontrarnos con él. También es la de su productora Nathalie Hendrickx y otros tantos que lo conocen. A él no le incomoda cuando se lo mencionamos; por el contrario, considera que es un elogio.

“Me lo dicen muy seguido y desde hace mucho. En 1973 estudiaba Arquitectura y entonces ya tenía bigote. Mis compañeros de facultad me decían que era el Ricardo Palma joven”, narra risueñamente el director, hacedor de recordadas películas del catálogo nacional como La fuga del chacal (1987); Anda, corre, vuela (1995); El bien esquivo (2001) y Rosa Mística (2018). Sucede que Tamayo es un ‘Palmólogo’, es decir, un dedicado estudioso y lector del tradicionalista peruano muerto el 6 de octubre de 1919, hace casi 100 años.

“Leo a Palma desde muy joven. Conozco su obra, inicialmente, a los 12 o 13 años, gracias a mi padre, que fue poeta. Luego yo mismo estudié Literatura. Soy su fan, lo admiro, es alguien querible. Pero, sobre todo, es la personalidad cultural más importante del Perú. Habrá quienes discrepen, pero esa es mi opinión. Él cubre el siglo XIX desde todas las aristas, como escritor, periodista, gestor. Retrata todo tipo de personajes: los héroes, los villanos... Y tiene una gran comprensión de las debilidades humanas, siempre con su estilo irónico pero a la vez tolerante”, explica el cineasta.

Tamayo durante el rodaje, que se llevó a cabo el verano pasado. Junto a él, el director de fotografía Juan Durand y la productora Nathalie Hendrickx. (Foto: Argos Producciones Audiovisuales)
Tamayo durante el rodaje, que se llevó a cabo el verano pasado. Junto a él, el director de fotografía Juan Durand y la productora Nathalie Hendrickx. (Foto: Argos Producciones Audiovisuales)

No es extraño, entonces, que de esas horas de lectura haya surgido el interés por desarrollar una historia para la pantalla grande sostenida en una de las Tradiciones peruanas. El nombre de esta es “Mujer y tigre” y da cuenta de un hecho real ocurrido en Lima, en el siglo XVII. La cinta, por otro lado, a estrenarse el 24 de octubre, se llama Sebastiana, la maldición, y es la primera del género de terror en la carrera del realizador.

-RELATO SALVAJE-

La trama de la película es la siguiente: durante una clase universitaria, Nani (Silvana Cañote) y sus compañeras escuchan por primera vez la referida tradición de Palma –en la que una mujer comete un espantoso crimen al verse traicionada por su amante–. La joven empieza a encontrar en el relato impresionantes referencias a su propia familia. Investiga y pronto descubre que es descendiente de aquella limeña del siglo XVII y que la casa en la que pasó parte de su niñez fue donde sucedieron los terribles hechos. Nani y sus amigas van allá para divertirse, pero raros acontecimientos comienzan a pasar. Las jóvenes son amenazadas y perseguidas por horrorosos espectros. Ninguna podrá escapar hasta descubrir la verdad de lo que sucedió hace 400 años.

Las actrices Paola Nanino, Silvana Cañote y Andrea Luna forma parte de la cinta basada en “Mujer y tigre”, una tradición del siglo XVII recogida por Palma en sus Tradiciones.
Las actrices Paola Nanino, Silvana Cañote y Andrea Luna forma parte de la cinta basada en “Mujer y tigre”, una tradición del siglo XVII recogida por Palma en sus Tradiciones.

La película se rodó en el verano y cuenta en el elenco con actrices y actores jóvenes como Silvana Cañote, Luciana Blomberg, Alicia Mercado, Andrea Luna, Paola Nanino, Valentina Saba, André Silva y Stefano Salvini. También con los experimentados Gianfranco Brero y Bertha Pancorvo.

“Mi relación con el cine de terror, estrictamente hablando, no ha sido tan intensa, pero me pareció un reto bonito porque asustar, como se debe, no es nada fácil. Hay que crear atmósferas con la fotografía, la escenografía, los efectos especiales, el sonido, todo”, comenta Tamayo.

Añade que otra motivación se funda en que el género es, después de las comedias, el más visto por el público peruano. “Yo he hecho, y es mi intención, continuar grabando cintas con temática de mi predilección personal. Históricas, mayormente. Yo hago cine porque me nace y porque quiero contar historias que a mí me provocan. Pero también tengo mi empresa, entonces necesito combinar este cine de autor que hago con el comercial, intercalar proyectos. La clave hoy está en encontrar el equilibrio”.

Valentina Saba es la actriz que interpreta a Sebastiana, el espectro que aterrorizará a un grupo de universitarias.
Valentina Saba es la actriz que interpreta a Sebastiana, el espectro que aterrorizará a un grupo de universitarias.

Esta estrategia se torna muy comprensible cuando escuchamos del cineasta que tiene en cartera siete u ocho proyectos. Que su plan a futuro es hacer dos filmes por año. “Algunos están completos; otros tienen los guiones listos. He debido ya empezar con una cinta sobre Flora Tristán, pero la protagonista se embarazó y he tenido que aplazarla. No obstante, está ese y también otro con Francisca Pizarro como figura central. Son historias poderosas de mujeres, del pasado, pero muy actuales a la vez. Hay mucho aún por hacer”, culmina. //

-LA CARRERA DEL DIRECTOR-

Filmografía copiosa. Sebastiana, la maldición es la décima película de Augusto Tamayo (Lima,1953) como realizador. La primera fue Cuentos inmorales (1977). Ha sido también guionista y director de arte en varias cintas peruanas de los 70 y 80.

“Asustar como se debe no es fácil: Hay que crear una atmósfera con la fotografía, los efectos especiales, el arte. Con todo” - Augusto Tamayo.


Protagonista y testigo de excepción. “Me enorgullezco de decir que soy parte de la generación que funda el cine peruano. Este, como bloque, existe desde 1972 hasta ahora. Antes existían solo trabajos aislados. Van a ser casi 50 años en esta industria”.

Sobre Palma. A mediados de la década pasada, Tamayo realizó un documental sobre el costumbrista. Ahora prepara un libro por los 100 años de su muerte.

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