A los 57 años, Carlos Alcántara es actor, productor, amante del fútbol, esposo de Jossy Lindley y padre de Gianfranco (35) y Lorenzo (24). Tiene casi treinta películas en su haber, entre papeles pequeños, protagónicos y doblajes, pero dice que se siente nuevo en el negocio de hacer cine. Su última incursión cinematográfica es Igualita a mí, una comedia dirigida por el guionista colombiano Felipe Martínez Amador, donde interpreta a un soltero cuarentón y sin hijos, que vive como un eterno seductor.
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—¿Hay una edad para ser papá?
Ser muy joven y ser padre creo que no va mucho. Yo fui papá a los 21 años y me gustaría retroceder el tiempo con la madurez que tengo ahora, que me he demorado en adquirir, para ejercer nuevamente esa paternidad. Siento que tienes que haber resuelto ciertas cosas a nivel personal, tener claro cuáles son tus prioridades en la vida, para tener hijos. No hay una edad exacta, pero si no estás acostumbrado a asumir compromisos, mejor no los tengas.
Tráiler de Igualita a mí
—¿Te costó mucho alcanzar esa madurez?
Todo es un proceso. Yo he sido una persona con mucha noche, muy conquistador. Durante muchos años puse por delante mi carrera, mi trabajo, el fútbol, satisfacer el yo. El resto podía esperar. Pero el tiempo y las experiencias no pasan en vano. Te ayudan a evolucionar y reenfocarte.
—¿Hoy te consideras un buen padre?
Por la carencia paterna que he tenido, soy lo más responsable que puedo con mis hijos. Trato de ser compresivo y abierto a todos los temas que los inquieten. La paternidad es una carrera larga, más aún cuando tienes un hijo especial. Felizmente, tengo la suerte de tener una esposa maravillosa, que me ha ayudado a tomar conciencia sobre qué significa ser padre, y estar ahí cuando por cuestiones laborales no he podido estar.
—¿Qué te ha enseñado Lorenzo?
Nosotros tenemos cierta respuesta económica, pero me rompe el corazón el solo pensar en los padres que no tienen dinero para comprar medicinas para los chicos como Lorenzo, que se desbordan y entran en trompo. Mi hijo me ha enseñado a ser fuerte y tener más empatía con las personas con discapacidades. Por eso yo siento que utilizarlas para hacer humor es bien fácil… Más preocupa la gente que se ríe de eso, que la gente que utiliza eso para hacer humor. El que lo hace estará pensando que lo está haciendo genial, pero que la gente se ría, ahí me entra un poco más de fastidio.
—¿Cuáles son límites del humor y la comedia?
Mira, yo no soy quién para juzgar a nadie por el tipo de humor que haga. Pero si tú revisas la historia del humor en el Perú, es prácticamente igual en los últimos años. Hay mofa, discriminación, homofobia, misoginia… A mí me gusta hacer humor. En mi etapa de clown he hecho humor burlándome. Pero si por ahí lanzabas alguna cosa, lo suavizabas.
—¿Qué tipo de humor prefieres?
Hay tanta variedad que no podría decir cuál es mejor o cuál es peor… Hay humor negro, humor rojo, humor fino, humor absurdo. Ya está en cada uno regularse en lo que está bien. Lo que sí no acepto es que se utilice la discapacidad de las personas para burlarse.
—¿Hacia dónde va tu búsqueda como actor?
Estoy en una etapa en la que quiero mejores historias, sin desmerecer a los directores con los que he trabajado. Yo me siento cómodo en la comedia, pero lo que siempre me interesa es salir de mi zona de confort, no importa si es un personaje pequeño o protagonista.
—¿Te molesta que cierta crítica te encasille dentro del cine comercial o como actor taquillero?
Tengo mucho respeto por varios directores y críticos de cine, pero el que despotrica contra mí gratuitamente no me merece ningún respeto. El único premio que tengo es por una película independiente (Perro guardián, 2014), que gané en el Festival de Cine de Málaga. Yo vivo tranquilo con el trabajo que he venido haciendo. Nosotros como empresa, además, hemos generado trabajo y hemos hecho todo tipo de cine y vamos a seguir por ese camino.
—¿El cine peruano está cobrando un nuevo impulso tras la pandemia?
Me parece interesante que esté entrando Netflix, que vengan de Hollywood a filmar. El problema está en las regulaciones, los impuestos y las trabas que se ponen desde distintos organismos. Ahí está el tema. Yo creo que Perú podría tener una producción como Colombia, Argentina o Chile, pero está en el Gobierno la decisión de facilitar normas que permitan un crecimiento de la industria. //
2013
Protagonizó Perro guardián. En este thriller de acción interpreta a ‘Perro’, un sicario que trabaja para un grupo militar. La cinta cosechó numerosos premios internacionales.
2018
Formó parte del elenco de la película argentina de suspenso Perdida. Dirigida por Alejandro Montiel, compartió roles con Luisana Lopilato y Amaia Salamanca.
2021
En plena pandemia, grabó dos películas en España: El refugio y La casa del caracol. La idea de Alcántara es poder seguir construyendo una carrera en el extranjero.