Victoria de la Fuente, hija de Laura Bozzo, llegó a Ciudad de México desde Londres hace dos semanas. Aunque no era obligatorio, prefirió guardar distancia de su madre en su cuarto. (Foto: Victoria de la Fuente/ Instagram)
Victoria de la Fuente, hija de Laura Bozzo, llegó a Ciudad de México desde Londres hace dos semanas. Aunque no era obligatorio, prefirió guardar distancia de su madre en su cuarto. (Foto: Victoria de la Fuente/ Instagram)
Redacción Somos

La última vez que Victoria de la Fuente Bozzo pisó la calle fue hace 16 días. El 15 de marzo llegó al aeropuerto Benito Juárez en Ciudad de y se trasladó a la casa de su madre, Laura Bozzo, en el lujoso barrio de Polanco. Hoy se termina un estricto encierro que ella misma dispuso cuando llegó desde Londres, el que la mantuvo dentro del cuarto que Laura reserva cada vez que va a visitarla. Desde hace dos semanas solo pueden verse cuando su madre se asomaba desde el umbral para saludarla y dejarle comida.

Victoria no tenía que estar en Ciudad de México ahora, sino en Nueva York, donde vive y trabaja desde hace cuatro años, cuenta a SOMOS. Sin embargo, en medio de su estadía en Londres, el presidente Donald Trump indicó que ningún vuelo europeo podría entrar a territorio estadounidense a causa de la pandemia del coronavirus y, en el caso del Reino Unido, solo admitirían a los residentes. Decidió que tendría que ir a México.

Al llegar, más allá de la medición de temperatura que le hicieron al salir del avión, Victoria no recibió mayores instrucciones de cuidado. No le dijeron que tenía aislarse por precaución durante 14 días, . Pero ahí comenzaba recién la segunda parte de la historia.

Con esta imagen, Victoria contó la semana pasada su historia de cuarentena. (Foto: @victoriadela_fuente/Instagram)
Con esta imagen, Victoria contó la semana pasada su historia de cuarentena. (Foto: @victoriadela_fuente/Instagram)

Las 48 horas previas a su llegada a México habían estado cargadas de incertidumbre y preocupación. Victoria viajó por trabajo de Nueva York a Londres el 8 de marzo, en los días en los que los gobiernos occidentales aún comenzaban a dimensionar que el virus no solo era un problema en Asia,

En la capital del Reino Unido, las cosas parecían continuar de forma sosegada. La vida en Londres es así, bastante flemática, dice Victoria. No faltaba mucho tiempo para que el coronavirus - y las declaraciones del primer ministro británico Boris Johnson - eliminarán esa aparente tranquilidad.

El 10 de marzo, Victoria sintió que la temperatura le subía. “Debe ser la calefacción”, se dijo. Tenía 38.5°C y ningún otro síntoma. Al día siguiente no había huella alguna de fiebre, así que siguió su rutina laboral. Desde hace cuatro años se mudó a Nueva York para trabajar como consultora de tiendas departamentales de moda y desde hace un tiempo comenzó su propia empresa para ser el puente entre tiendas y marcas y hacer ‘trend forecasting’ o predicción de tendencias de moda. Por ello tenía que haber viajado a París, pero en Francia ya se habían levantado las alertas y cerrado las fronteras. Por eso tenía que estar unos cuantos días más en Londres y luego volver a Estados Unidos.

“Mi mamá me empezó a llamar para saber cómo haría, pero le conté que no habría problema”, cuenta Victoria. Su vuelo salía el sábado 14. Sin embargo, al llegar al aeropuerto de Londres se enteró que solo los residentes estadounideses podrían ingresar. Se quedó en un limbo. Luego de unas horas de tensión, decidió pagar los casi US$2.000 que le pedían para un viaje a última hora de Londres a Ciudad de México. En ese momento y hasta ahora, más de dos semanas después, las fronteras de México no se han cerrado.

Ya en casa de su madre, la fiebre regresó junto con escalofríos y pérdida del gusto y del olfato. Pronto se haría un descarte del coronavirus, pero el resultado salió negativo. Aunque a los pocos días empezó a sentirse mejor, decidió que no podría salir de su cuarto hasta que pasen los 14 días, aunque el mismo gobierno mexicano no haya puesto restricciones. Las Bozzo ya llevaban este ritmo desde mediados de marzo.

Victoria ha empezado a retomar su rutina o, mejor dicho, readaptarla: reuniones de trabajo a través de Zoom, clases online de historia y sociología y empezar a hallar nuevas formas de comunicarse con su madre, Laura, quien no podía acercarse a ella.

“Ella solo está saliendo cuando tiene que grabar en Televisa, pero si no, se mantiene en casa”, comenta Victoria. El protocolo de limpieza en la casa de las Bozzo, como el de muchas familias ahora en el Perú, también se ha fortalecido: mascarilla y guantes para salir, zapatos afuera, lavado constantemente y alcohol en gel cuando Laura regresa.

El tiempo de encierro incluso ha permitido que tengan más tiempo para lanzar una idea que habían producido hace algunas semanas: el canal de Youtube de Laura Bozzo. “Así ella te caiga bien o mal, tienes que aceptar que ha pasado por muchas cosas”, agrega Victoria. Hoy ya , su cuaderno virtual de bitácora, para anunciar que pudo llegar a la sala. Son las pequeñas victorias de la cuarentena.

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¿Cómo se contagia el coronavirus?

La covid-19 se contagia por el contacto de una persona sana con otra que esté infectada. Esta enfermedad se propaga de persona a persona mediante las gotículas procedentes de la nariz o boca cuando el que se encuentra enfermo tose o exhala.

En muchos casos, estas gotículas caen sobre objetos o superficies, que después tocan otros individuos y se llevan a la nariz, ojos o boca cuando pasan sus manos por la cara.

¿Cómo prevenir la propagación del coronavirus?

Para reducir la probabilidad de contagio existen varias maneras. Las principales son:

· Lavarse las manos con agua y jabón por 20 segundos y usar alcohol o gel desinfectante.

· Mantenerse a una distancia mínima de 1 metro de cualquier persona.

· Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca, debido a que las manos al palpar muchos objetos y superficies pueden recoger el virus.

· Mantener una buena higiene respiratoria: si tose o estornuda deberá cubrirse la boca y la nariz con el codo doblado o con un pañuelo de papel, que deberá desecharse de inmediato.

· Permanecer en casa si no se encuentra bien. En caso tenga fiebre, tos y dificultad para respirar, busque atención médica y siga las instrucciones que le de personal de salud.

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