En el 2013, la revista ‘Science’ publicó un estudio en el que reconstruye la historia evolutiva de los perros. La investigación sostiene que los primeros canes surgieron en Europa hace más de 18.000 años, a partir de lobos domesticados por cazadores-recolectores. El acercamiento se dio porque los animales se sentían atraídos por los restos de carne y huesos que los humanos dejaban después de su alimentación. Desde entonces, el perro se ha asociado a la vida humana de diferentes formas, ejecutando actividades como la caza y el pastoreo, antes de convertirse en un miembro más de las familias.
En estos tiempos, el vínculo entre un perro y su dueño puede llegar a ser tan estrecho como los que se establecen entre las personas. Le pasó a Romina Maggi cuando apenas tenía seis meses de nacida. Por aquella época, su abuelo había adoptado un bóxer albino sordo, que encontró deambulando por una playa al sur de Lima. La conexión entre la pequeña Romina y Dogo, como bautizaron al nuevo integrante de la casa, fue inmediata. Ella recuerda que siempre lo buscaba para abrazarlo y jugar con él, ante la mirada atenta de sus padres, como si se tratara de un hermano mayor. Se sentía protegida y querida.
“Desde muy chica he sentido un apego por los perros y con Dogo empecé a desarrollar una relación muy especial. Jugábamos y él de alguna manera entendía lo que le pedía. Los perros poseen un instinto que les permite compenetrarse con las personas de forma natural”, cuenta Romina. Ni bien terminó el colegio, tenía claro a lo que se quería dedicar: ser veterinaria. Sin embargo, su miedo a la sangre hizo que optara por otra carrera: estudió en Italia Ciencias de los Bienes Culturales, donde se especializó en cine, teatro y música.
Ella no lo sabía, pero, a pesar del giro profesional que dio, su futuro iba a estar relacionado profundamente a los perros, como ya se lo había dicho su papá. Pasaron los años y adoptó dos nuevas mascotas , Ariel y Belle, en quienes descubrió distintas personalidades. Aunque ambas son cariñosas, una se caracteriza por su independencia, mientras que la otra por su apego. También, una es más juguetona que la otra. Y explosiva en ciertas ocasiones. Así Romina entendió que no puede haber una misma forma de crianza.
Viajó nuevamente a Italia y estudió un curso de entrenamiento de perros y psicología de mascotas. Trabajó por uno meses en una veterinaria, ayudando a tranquilizar a los animales domésticos con una serie de técnicas aprendidas, pero decidió retornar al Perú para compartir sus conocimientos a través de su empresa: Romina Maggi entrenamiento. Hace unas semanas nos escribió al buzón de Somos en Facebook para ofrecer su ayuda a todas aquellas personas que durante la cuarentena tiene dificultades en el cuidado y crianza de sus mascotas.
Estos son cinco consejos para que el confinamiento obligatorio afecte en menor medida a los engreídos de casa:
1.- Sacar a los perros a la calle para que hagan sus necesidades cada vez que lo requieran. Esto, sin embargo, se debe hacer muy cerca de casa y evitando los paseos largos. Lo máximo de tiempo recomendable es diez minutos.
2.- Hacer juegos mentales con nuestros perros. Distraerlos, para que ocupen su atención en algo y no se estresen. Por ejemplo, podemos esconder un premio (bocado) en una habitación para que lo intente descubrir, o lanzarle la pelota u otro objeto para que lo devuelva.
3.- El factor limpieza. Tener una mascota en casa implica tener una serie de cuidados de aseo. Después de las salidas, Romina recomienda dejar su correa fuera de casa y limpiar las patitas con toallas húmedas. También desinfectar las superficies en las cuales pasa mayor tiempo la mascota.
4.- Un punto importante es darles su espacio, sobre todo pensando en los días que se empiecen a levantar ciertas restricciones. Esto evitará una dependencia emocional con sus dueños. Para ello hay que tratar de que el perro no nos persiga siempre, o delimitar nuestros ambientes, cerrando algunas puertas.
5.- No olvidar que nuestras mascotas son parte de nuestra familias. Si nos estresamos o nos ponemos ansiosos, ellos también van a percibir esos sentimientos. Por eso, a pesar de lo complicada de la situación, lo importante es crear un ambiente cómodo para una feliz convivencia de todos los integrantes.
Finalmente, Romina aconseja que no nos dejemos llevar por las noticias falsas que relacionan a los animales domésticos con el coronavirus, como esa que dice que los gatos pueden transportar el virus en su pelaje. De nosotros depende que el vínculo con nuestras mascotas no se vea afectado. //
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