Una doctora atiende a un enfermo de COVID.19 en un hospital de Roma. (Foto: Tiziana FABI / AFP)
Una doctora atiende a un enfermo de COVID.19 en un hospital de Roma. (Foto: Tiziana FABI / AFP)
/ TIZIANA FABI
Redacción EC

Las proyecciones que anticipaban millones de muertos a causa de la pandemia de llevaron a muchos gobierno a confinar sus poblaciones, pero ahora cada vez más expertos califican de alarmistas aquellos pronósticos.

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“Dimos demasiada importancia a estas modelizaciones”, asegura a la AFP el doctor Jean-François Toussaint, director del Instituto de Investigación Biomédica y de Epidemiología del Deporte de Francia.

“El caso más flagrante es el de los 500.000 muertos, que convenció a los gobiernos: es el ejemplo típico de un uso poco serio de la ciencia”, afirma otro científico francés opuesto al confinamiento, Laurent Toubiana.

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Toubiana alude al influyente trabajo publicado por el Imperial College de Londres el 16 de marzo. Firmado por el equipo del doctor Neil Ferguson, este preveía hasta 510.000 muertos en Gran Bretaña y 2,2 millones en Estados Unidos si no se hacía nada para contener la epidemia.

Simultáneamente, Francia, España, Reino Unido y otros países europeos optaron por un confinamiento estricto.

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“Preferimos escuchar a los más alarmistas”, suspira Laurent Toubiana, subrayando que el número real de muertos es muy inferior a estas sombrías previsiones.

Estas últimas fueron elaboradas mediante modelizaciones, esto es, simulaciones informáticas basadas en lo que se sabía de la enfermedad en el momento en que se realizaron en términos de contagiosidad, mortalidad...

“Estos modelos matemáticos dependen de un gran número de factores para ser fiables”, juzga Toussaint. En el caso del COVID-19, una enfermedad nueva y desconocida, “las condiciones de base se nos escapan”, lo que puede derivar en una “brecha muy amplia” entre las previsiones y la realidad.

En el Reino Unido, las proyecciones de Neil Ferguson se convirtieron en objeto de una ardua batalla política entre partidarios y adversarios del confinamiento.

Ferguson, apodado por los tabloides “Profesor Confinamiento”, acabó dimitiendo en mayo del organismo que asesora al gobierno británico, porque violó las reglas que él mismo alentó, al autorizar a una mujer, supuestamente su amante, a visitarlo.

¿Un modelo obsoleto?

Al margen del caso personal de Ferguson, especialistas informáticos criticaron su modelo, acusado de obsoleto e incluso de ser erróneo.

El Imperial College replicó el 1 de junio. Anunció que este programa informático había superado con éxito una evaluación de expertos independientes, que reprodujeron los resultados del informe del 16 de marzo.

Una semana después de este anuncio, la prestigiosa institución londinense publicó la continuación del estudio. Su conclusión: el confinamiento permitió evitar 3,1 millones de muertos en 11 países europeos, respecto a las primeras estimaciones de muertes potenciales en ausencia de medidas de control.

El Imperial College “trata a posteriori de justificar sus errores”, según Toussaint.

A diferencia de estudios anteriores sobre el COVID-19 que fueron publicados directamente, en este ocasión la institución sometió el trabajo a la reputada revista Nature, con el fin de que fuera validado por científicos independientes.

Por otro lado, los especialistas en estas simulaciones destacan que no se trata de bolas de cristal, sino instrumentos que prevén lo peor para poder evitarlo.

“Una modelización no debe ser interpretada como un resultado absoluto: es una fotografía en un instante que se basa en los últimos datos conocidos, un poco como un sondeo”, explicó el mes pasado a la AFP Nicolas Hoertel, psiquiatra y especialista en estos modelos en el hospital Corentin-Celton, cerca de París.

Hoertel confirmó una proyección según la cual el confinamiento permitió salvar 100.000 vidas en Francia.

“Las modelizaciones tienen límites”, pero “en este momento son los únicos instrumentos científicos de los que disponemos para tomar una decisión de carácter sanitario”, agregó.

Además, estas simulaciones no fueron el único criterio para decidir el confinamiento a mediados de marzo en varios países de Europa.

“Claro que nos apoyamos en las modelizaciones”, dijo el domingo a una televisora Jean-François Delfraissy, presidente del consejo científico que asesoró al gobierno francés durante la epidemia.

Pero las simulaciones “son solo eso”, agregó Delfraissy, destacando que en ese momento también se constataba un flujo masivo de enfermos de COVID-19 en los hospitales.

Además, la elección final fue “una decisión política”, añadió.

AFP

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¿Cuáles son los síntomas del nuevo coronavirus?

Entre los síntomas más comunes del COVID-19 están: fiebre, cansancio y tos seca, aunque en algunos pacientes se ha detectado dolor corporal, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta y diarrea. Estos malestares pueden ser leves o presentarse de forma gradual; sin embargo, existen casos en los que la gente se infecta, pero no desarrolla ningún síntoma, precisó la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además, la entidad dio a conocer que el 80 % de personas que adquieren la enfermedad se recupera sin llevar un tratamiento especial, 1 de cada 6 casos desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar, la gente mayor y quienes padecen afecciones médicas subyacentes (hipertensión arterial, problemas cardiacos o diabetes) tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave y que solo el 2 % de los que contrajeron el virus murieron.

¿Quiénes son las personas que corren más riesgo por el coronavirus?

Debido a que el COVID-19 es un nuevo coronavirus, de acuerdo con los reportes que se tienen a nivel mundial, las personas mayores y quienes padecen afecciones médicas preexistentes como hipertensión arterial, enfermedades cardiacas o diabetes son las que desarrollan casos graves de la enfermedad con más frecuencia que otras.

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