¿Por qué Overwatch es el multijugador de moda?

Overwatch llegó para refrescar la escena de los multijugadores competitivos. Es la última obra del estudio Blizzard, responsable por otras series famosas como Diablo y Warcraft. Es el primer juego de esa compañía enfocado en el género de disparos en primera persona. Se ambienta en un mundo anárquico donde el orden es impuesto por una élite internacional llamada Overwatch.

Este es un juego que solo se puede jugar en línea. Se deben formar dos bandos de seis jugadores que se enfrentan en uno de 12 posibles mapas. Cada integrante del equipo puede elegir entre 21 héroes posibles.

Los 21 héroes cuentan con habilidades únicas a disposición. Algunos cumplen con un papel ofensivo, ya que gozan de gran movilidad y fuerza. Otros asumen un rol defensivo y su misión es proteger a otros jugadores y puntos estratégicos del mapa. Hay desde ninjas hasta francotiradores.

Cada héroe transmite sensaciones diferentes y tiene su propio carisma. La cámara se mueve diferente y hasta el campo de visión tiende a cambiar. Además, si el jugador es dado de baja, puede cambiar de personaje antes de retornar a la arena de batalla. Esto lleva a que las partidas sean dinámicas e impredecibles.

En otros juegos de este tipo, con el tiempo resulta sencillo identificar y dominar patrones de juego, lo que deriva en partidas predecibles. Sin embargo, el abanico de posibilidades ofrecido por Overwatch es tan amplio que eso no tiende a ocurrir.

Por cada nivel que suben los jugadores, se desbloquean nuevas opciones para personalizar la experiencia, bien sean nuevas vestimentas u otros objetos de valor que marcan diferencias entre unos y otros.

En el apartado gráfico, Overwatch despliega un estilo gráfico particular, semejante al utilizado por Pixar en sus películas animadas. No es un título con imágenes de marcado realismo, como ocurre con Uncharted 4 o Call of Duty, sino más bien con un talante caricaturesco.

El sonido acompaña las partidas imprimiendo emoción y ayudando a planear cada movimiento. Es fácil distinguir un lanzagranadas de un rifle de francotirador solo con escuchar el chasquido de la munición golpeando el suelo.

Overwatch es un juego simple que consta, en esencia, de dos modos de juego. En uno de ellos se debe capturar un objeto, en otro se debe trasladar una carga explosiva a un punto de entrega. La falta de modos de juego es uno de los aspectos reprochables.

Como es un juego pensado para el universo de los deportes electrónicos, dispone de un modo espectador que facilita visualizar cada movimiento de los héroes sobre el mapa. Los doce mapas están inspirados en locaciones reales.

Overwatch es un título donde el trabajo en equipo no es opcional. Es prácticamente imposible ganar una partida solo. Eso puede disgustar a los más individualistas.

El último título de Blizzard está disponible para PC, PlayStation 4 y Xbox One.

Fuente: Colombia, El Tiempo/GDA