“Lima ha sido mi casa durante casi cuatro años, iba y venía, y cuando tuve que curarme de esa lesión (rotura del tendón de Aquiles) fue como meterme en la cueva, hacer un trabajo de introspección y salir más fuerte. Este es uno de mis lugares de sanación, aquí obtuve la fortaleza que necesitaba para conseguir todo lo que vino después: viajar a México y seguir creciendo como artista”, reflexiona el actor argentino Francisco Bass sobre la gran complicidad que lo une a la capital peruana.
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El artista que dio vida a Francisco Blanco en “Rebelde Way”, una de las series juveniles más exitosas de todos los tiempos, llegó al Perú el último fin de semana para dictar un taller de actuación en acento neutro y ver propuestas de actuación y producción. En entrevista con El Comercio recuerda su paso por la ficción de Cris Morena y nos habla del recorte de escenas de “El regreso de Lucas” y del accidente que sufrió durante el rodaje de “Utopía” donde interpretó a Álvaro Sayán Hormazábal ‘El Ángel Blanco’.
“Como me rompí el tendón de Aquiles grabando ‘Utopía’, me tuve que quedar como cuatro meses más por la rehabilitación, luego me fui a México, y de eso ya han pasado casi cuatro años, Fue una experiencia difícil, pero aprendí mucho más de lo que te puedes imaginar”, destaca.
—¿Cómo hiciste con las escenas que te faltaban grabar en la película?
De hecho terminé haciéndolas en silla de ruedas, con planos cortos para que se pueda ver con naturalidad, pues no podía caminar. Por suerte ya habíamos grabado la escena en la que mi personaje llegaba a su casa y veía a su mamá, a su hermana, a su perro.
—Hace seis años llegaste al Perú como coach de acento neutro, para neutralizar el acento de los actores de “El regreso de Lucas” y terminaste protagonizando la telenovela.
Y no fue fácil porque Lucas era un personaje muy dramático, y hacer escenas dramáticas en un acento que no es el nativo es muy difícil. Precisamente ahora también he venido al Perú para dictar un taller de acento neutro para 32 personas.
—¿También estás viendo propuestas de actuación?
Estoy viendo con Jota, de Scenika, mi representante, un proyecto internacional que tiene base en Perú, está bueno, lo estamos viendo personalmente.
—¿Cómo fue actuar con Salvador del Solar en “El regreso de Lucas”?
Es un actor al que admiro desde ante de tener el honor de trabajar con él. Es sofisticado actoralmente, culto y sencillo en su trato. Trabajar con él fue como tener una clase maestra, me gustaba verlo cuando preparaba sus escenas.
—¿Por qué en Perú se emitió la telenovela con recorte de escenas?
Tengo una teoría al respecto, que tiene que ver con las televisoras y los intereses de las productoras. Siento que a muchas personas no les convenía, no respetaron los horarios, no se hizo prensa y siendo el proyecto más ambicioso de la historia del Perú, no tuvo el apoyo que naturalmente tienen otros proyectos. Artísticamente fue uno de las mejores producciones en las que he participado, estuvo realmente bien hecha, con actores internacionales de talla importante y un elenco de actores peruanos maravillosos.
“Rebelde Way”
En 2004, Francisco Bass fue parte del elenco de la segunda temporada del fenómeno televisivo argentino “Rebelde Way”. Interpretó al alumno Francisco Blanco, quien había llegado desde Santiago del Estero y era primo de Tomás Azcurra (Jorge Maggio). Sus compañeros se reían de su acento y lo menospreciaban, pero terminó siendo el novio de Mía (Luisana Lopilato), Laura (Mariana Seligmann) y Agustina (Paola Sallustro).
—¿Cómo llegas a “Rebelde Way”?
Cris Morena, la productora, me conocía porque había trabajado para ella en el verano de 1998, entonces cuando buscan armar un triangulo amoroso entre los personajes de Felipe Colombo y Luisana Lopilato, me dicen para hacer el casting y me piden que no me corte el cabello ni cambie de acento. Fue una experiencia fuerte, tenía 20 años, había hecho TV, pero trabajar con Cris Morena era un sueño para cualquier joven y una oportunidad muy grande, pues ya se sabía que la serie era un éxito mundial.
—¿Qué representa esta serie en tu vida?
Hay un antes y un después, definitivamente. Hasta el día de hoy sigo siendo convocado para otros proyectos por haber sido un chico Rebelde. Lo que siempre destaco es que me dio la oportunidad de trabajar con los mejores actores juveniles, se formó una familia, hasta ahora seguimos siendo amigos y retroalimentándonos, sabemos en qué está el otro, nos juntamos para comer y conversar.
—¿Cómo manejaban el tema de los egos en el elenco de actores?
Creo que el casting de “Rebelde way” era tan largo, duraba como dos meses, porque buscaban chicos jóvenes estables, con egos normales, que en lugar de competir entre ellos, estén enfocados en sus personajes. Fue una estupenda escuela, nos enseñaron disciplina, nos cambió la vida a todos.
—¿De qué forma te cambió la vida?
Pasé de ser un niño santiagueño, del norte, que estudiaba actuación, a tener popularidad por todos lados. Todos sabían a lo que me dedicaba porque era un chico del programa más visto de la TV, también me dio continuidad laboral y un lugar en el medio internacional. Luego hice “El Refugio”, “Romeo y Julieta” y “Sueña conmigo”. Actualmente estoy en “Cielo Grande” de Netflix, una serie en la que hago de papá de un joven que está en el colegio, que baila y actúa.
—¿Qué proyectos tienes para lo que resta del año?
Estoy viendo la posibilidad de dirigir y producir con amigos proyectos internacionales para plataformas. A mis 41 años, busco sumar con un granito de arena, que se cuenten historias que nosotros queremos y que muchos no se atreven a contar.