A Isabela León (Esmeralda Pimentel) la corrupción le quitó a sus padres. Ella juró venganza y no parará hasta asesinar a cada una de las bestias que mandaron matar a su familia. La telenovela mexicana “La bella y las bestias” (Televisa y Univisión, 2018) tiene poco de los rasgos con los que recordamos de las típicas ficciones mexicanas. Por el contrario, se acerca más al cine de acción.
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EL ORIGEN DE LA VENGANZA
Isabela, más conocida como Bella, es hija de Enrique León (Alejandro Ávila), agente de la DEA, que decomisa un cargamento de dinero lavado del empresario Armando Quintero (Ari Telch). En venganza, el criminal lo manda a matar pero todo se sale de control, pues los sicarios el Cástor y Norman no solo matan al agente, también a su esposa, y secuestran a María, la mejor amiga de Bella (esta última consiguió refugiarse).
Bella, que jura vengarse, no sabe que su padrino y jefe de la Interpol en México, Emanuel Espitia (Arturo Barba), también formó parte de la trama para asesinar a su padre.
Mientras Bella vive la peor desgracia de su vida, Juan Pablo Quintero (Osvaldo Benavides, el recordado ‘Nandito’ de “María, la del barrio”) sufre humillaciones y maltratos por parte de su padre, Armando Quintero. Este joven decide revelar a la DEA los planes del criminal, pero termina encerrado en una bodega.
Por su parte una Bella vestida de negro, en una secuencia donde te recuerda a heroínas de Marvel como Jessica Jones y la Viuda Negra, se enfrenta a los operarios de seguridad de Quintero mientras busca rescatar a María... pero termina en poder de sus enemigos, encerrada en la misma bodega que Juan Pablo. Una vez libres, ambos no tardan en unir fuerzas para enfrentar a las “Bestias” y así cobrar venganza.
Como en toda ficción, las complicaciones no tardan. Tras una explosión que la deja muy herida, conoce a otra persona que también busca venganza: Penélope (Cassandra Sánchez Navarro), quien busca al hombre que la hirió cuando era pequeña. Tras una temporada en Estados Unidos, Bella está lista para retomar su cruzada contra las “Bestias”.
BALANCE
A lo largo de sus 82 episodios, esta historia dedica un arco argumental a cada una de las “Bestias” en la mira de Bella. Así, “La bella y las bestias” busca crear una conexión entre la protagonista y sus presas. Personalmente, hubiera preferido que esta historia fuese al grano.
No todas las “Bestias” tienen personalidades interesantes o por lo menos entretenidas. Destaca la historia de María Estela González “Madame” (Aylín Mujica), propietaria de un servicio de escorts y de autos. Igual de notable es el plan de Bella para destruirla: usar la vanidad de su enemiga como arma.
La historia de venganza de Bella entretiene. La performance de la mexicana Esmeralda Pimentel transmite las luchas internas de una persona que se debate entre ir por el camino de la venganza y dejar de sufrir porque sabe, en el fondo; que eso la envenenará hasta transformarla en aquello que juró destruir. Están presentes los amores, desamores y dramas, tópicos de toda telenovela que, en este caso, no juegan en su contra. La historia de Bella merece que le des una oportunidad.
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