"La casa de las flores" es protagonizada por la recordada Verónica Castro. (Foto: Netflix)
"La casa de las flores" es protagonizada por la recordada Verónica Castro. (Foto: Netflix)

Si creciste en América Latina, tienes que estar familiarizado con las telenovelas, con sus historias interminables, el melodrama y el humor ocasional. "", que este viernes lanzó su primera temporada en Netflix, es justamente eso.

"La casa de las flores" muestra a la familia De la Mora, que hizo su fortuna por el negocio familiar que le da nombre a la serie. Un día la amante del patriarca, Roberta, se suicida en medio de la más importante fiesta de la familia, lo cual que cambia todo el panorama.

Bajo el paraguas de Netflix, la serie impacta desde su primer minuto con una muerte, pero no por ser dramática y mucho menos cómica, pues ambos géneros se distinguen a duras penas en los 30 minutos del episodio. Pero ese balance funciona, a diferencia de "Club de cuervos", que no supo encontrar su camino en esa indecisión de tono.

La media hora por episodio (minutos más, minutos menos) beneficia a "La casa de las flores", pues los conflictos se sienten constantes, uno detrás de otro, cada escena necesaria para entender lo que viene después.

Pero si esta serie de verdad triunfa en algo, ese es su retrato de la hipocresía, donde lo que opinan de ti resulta más importante que reconocerte tal como eres. Eso sí, menor seriedad en ese aspecto no le caería mal.

"La casa de las flores" no reinventa nada, pues no es su trabajo. En cambio, toma la esencia de las telenovelas mexicanas, le quita las plumas y la cocina en un formato que el público, que cada vez tiene menos tiempo, puede zamparse en una tarde. No te sorprendas si las novelas de Televisa se convierten en esto.

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