10 mandamientos para ir de tapas por Barcelona

Por Carmen Escobar 

Una tapa encierra en su minúsculo tamaño un pedacito de la variada gastronomía española y estar en Barcelona y no hacerse una ruta de tapas se considera un sacrilegio. 

1. No existe una única tapa. Se le llama así a cualquier acompañante que se pida con una bebida. Por tanto, podrás probar desde una buena porción de aceitunas o de pulpo a la gallega acompañado con wasabi. Hasta esas "espumas" que hoy están de moda.

2. Ir en grupo. Cada quien pida una tapa distinta para que puedan probar de todo.

3. Moverse. La idea de "tapear" es ir de bodega en bodega probando distintas tapas. Es raro pasarse 2 o 3 horas en un mismo local.

4. Mejor efectivo. Así las cuentas se hacen más sencillas. Nada más complciado que dividir la cuenta entre seis cuando lo que se quiere es pasear y disfrutar. Aparte, hay locales que no aceptan tarjetas.

 (Foto: Flickr / Urban Lenny)

5. Marcar agenda. Barcelona tiene rutas de tapeo cada cierto tiempo. Se hacen por barrios y cada local ofrece una oferta de tapa más quinto (una botella pequeña de cerveza) por 2,5 euros.

6. Comience por las más bravas. Se dice que las papas más bravas de Barcelona están en El Tomás de Sarrià. Un bar alejado de los circuitos turísticos. Por 2,45 euros tienes una porción de papas crujientes, con alioli, aceite y pimentón.

(Foto: Flickr / Thomas Jaehnel)

7. Un imperdible. Otra bodega que ha sabido adaptarse es Quimet & Quimet. Elige entre mariscos, pescados, quesos y jamones y más. Si le preguntas al dependiente qué tapa te recomienda, te dirá con orgullo: todas.

8. Aires modernos. Anda a la calle de moda, Parlament, en Sant Antoni. Ahí hay bares con terraza, bodegas de siempre y apuestas hipsters.

9. Lo más turísticos. Otras rutas podrían incluir la Barceloneta (aunque el turismo masivo puede desanimar), las calles del Gótico o el mercado de la Princesa, en el Born, que se anuncia nada menos que como una "Tapa Market".

10. Prevenido. Preferiblemente no lleve su camisa del Real Madrid.