La deportista está nominada para el premio “Jose Luis Campo”, el cual se entrega al mejor Para Atleta del año 2019. Ella compite junto a 10 atletas destacados de países como Estados Unidos, México, Colombia, Chile, entre otros. (Fotos: Lima 2019)
La deportista está nominada para el premio “Jose Luis Campo”, el cual se entrega al mejor Para Atleta del año 2019. Ella compite junto a 10 atletas destacados de países como Estados Unidos, México, Colombia, Chile, entre otros. (Fotos: Lima 2019)
/ Sebastian Castañeda/Lima 2019
Marjhori Oyola

, la ganadora de la medalla de oro en los Parapanamericanos del 2019 y quien se encargó de llevar la bandera de Perú en la Ceremonia de Apertura, ganó en el segundo lugar con el 20 por ciento de los votos. Este concurso es organizado por el Comité Paralímpico de las Américas y se entrega a los deportistas más destacados del año pasado. Ella compitió con paratletas de atletismo, natación, tenis en silla de ruedas, esquí nórdico y badmintón.

Angélica se considera una chica tímida y callada, pero cuando entra al tatami -el área de competencia- se convierte en lo contrario: es extrovertida, aguerrida, toda una campeona. Su discapacidad, nació sin parte del brazo izquierdo, no la limita. Ella tiene 21 años y ya participó en dos mundiales de parataekwondo. Su primera pelea fue en Costa Rica, donde ganó una medalla de oro; la segunda fue en Inglaterra, donde no se llevó una medalla, pero sí la experiencia de una competencia muy exigente. En el 2019 ganó una medalla de oro en los tras vencer a la mexicana Claudia Romero.

Y es que a Angélica nada le hace perder la brújula, la joven deportista sabe lo que quiere y está enfocada en ello. “Por el tema de mi discapacidad, lo que me importa es hacer lo que me gusta y punto, de hecho hay personas que tratan de lastimar o fastidiar, pero yo soy muy poco de detenerme a escuchar o pensar en lo que quiera decirme el resto”. Desde pequeña, no fue ajena a ningún deporte, le gustaba el atletismo, el fútbol, la natación, entre otros, y si fuera por ella practicaba todos los que podía. No pensó ni en sus sueños más remotos que se dedicaría al deporte como una profesión; más bien, se inclinaba más a la medicina, derecho o carreras que estuvieran relacionadas a las letras.

Ella pertenece a la categoría k44, pero ¿qué significa ello? En el parataekwondo existen cuatro clases por discapacidad. Está el k41 que es cuando el deportista no tiene los brazos, el k42 es cuando al deportista le falta un brazo, el k43 es cuando le faltan los dos medios brazos por debajo del codo y el k44 consiste en la amputación de una parte del brazo. En este último, está Angélica junto al equipo de parataekwondo que compitió en los recientes juegos Parapanamericanos 2019. Cabe resaltar que este deporte se presentó por primera vez en los recientes juegos y de los 139 participantes, Angélica fue la elegida para llevar la bandera nacional en la inauguración de los juegos en el estadio Nacional.

La abanderada peruana Angélica Espinoza logró el tercer oro peruano en estos Parapanamericanos y la delegación ya suma tres preseas doradas. (Foto: Jesús Saucedo)
La abanderada peruana Angélica Espinoza logró el tercer oro peruano en estos Parapanamericanos y la delegación ya suma tres preseas doradas. (Foto: Jesús Saucedo)

PRIMERA EXPERIENCIA REPRESENTANDO AL PERÚ

En mayo del 2017 inició su camino en el deporte. Comenzó con natación pero no se quedó por mucho tiempo. El parataekwondo llegó como sorpresa para quedarse. “Cuando empecé paranatación, ya lo hacía años atrás, pero igual me exigían un montón porque era alto rendimiento. Cuando hacía mis actividades diarias una entrenadora me vio y me invitó para que practicara parataekwondo. Ella es la actual directora de la selección. Fui un par de semanas a practicar y empezó a gustarme poco a poco y en unos meses entré a la preselección. Fueron tiempos bastante duros”, comenta Angélica, quien debía practicar entre seis y ocho horas diarias.

La parataekwondista explica que fue una gran oportunidad, pues ese año se estaba reuniendo a deportistas para el esperado evento deportivo. Cuando se inició en las artes marciales a los tres meses ya estaba viajando a su primera pelea en Costa Rica. “Era algo nuevo para mí porque no tenía idea de lo que haría. Fue una experiencia nueva y bonita, porque era la primera pelea en la que ganaba mi primera medalla de oro y la segunda fue en Inglaterra”, comenta emocionada.

En el parataekwondo a nivel de competencia internacional no es necesario ser cinturón negro, lo mínimo que se permite es un verde puntas azules y todos entran con cinturones de colores. Angélica se preparó por dos años y logró tener un nivel de alta competencia. “Yo me he ido salteando en los procesos para poder ir llegando a las competencias, no estuve en una academia, pero sí tuve un periodo de clases intensivas. Todo ha venido bastante rápido y sobre todo ha sido una gran oportunidad que supe aprovechar“, explica.

JOVEN ABANDERADA

Angélica recibió una responsabilidad enorme. En agosto de este año recibió la bandera por parte del presidente Martín Vizcarra en representación a los demás deportistas. Fue la paradeportista que llevo la bandera flameante en la inauguración de los juegos Parapanamericanos Lima 2019. El día que se presentó en el Palacio de Gobierno se sintió muy emocionada. “Fue la primera vez que vi al presidente y después un par de veces más en los juegos. Era una experiencia emocionante, porque realicé el abanderamiento por ser parte de todo el ‘para’ equipo a nivel nacional. Fue un gran momento”, menciona.

Angélica Espinoza recibió el pabellón nacional. (Foto: Lima 2019)
Angélica Espinoza recibió el pabellón nacional. (Foto: Lima 2019)

El día en el que recibió la bandera estuvo muy nerviosa y eso se notó en la forma en que pronunciaba cada palabra y sobre todo cuando sacó su celular para leer lo que había preparado. En algunas líneas mencionó lo siguiente: “Los campeones son aquellos que fabrican sus propias victorias, rodeado de un gran equipo de trabajo que siempre suma, siempre nos da paz y que nos apoya sin condiciones. El verdadero maestro da sin pedir nada a cambio y un verdadero discípulo escucha y recibe con generosidad sus enseñanzas y lo pone en la cancha como un verdadero guerrero. El camino está libre para llegar a la meta, no dejaremos que nada ni nadie nos ponga un obstáculo para sacarnos de él y perder nuestro objetivo. Tenemos la igualdad, el coraje, la determinación, la valentía e inspiración para cambiar el mundo porque todos tenemos el poder en nuestro interior y lo único que debemos hacer es sacarlo para imaginar un mundo mejor”.

Angélica Espinoza recibió el apoyo del gobierno que le brindó el espacio de entrenamiento adecuado y las facilidades para llegar a los juegos de la mejor manera. Recibió el apoyo de los hinchas peruanos que con cada grito la animaban a seguir. Recibió el apoyo de su mamá y sus tres hermanos porque a pesar de que no pudo verlos en cinco días, nunca los sintió más cercanos. El mensaje que ella quisiera dejar es el siguiente: “Que los jóvenes sigan sus sueños, que se atrevan a todo sin importar lo que la gente les diga. Si les dicen que no pueden hacerlo, que es imposible. No importa. Lo importante es que se planteen una meta y que insistan hasta que lo logren”.

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