Durante los últimos minutos de su primer discurso como presidente del Perú, Francisco Sagasti recordaba “Considerando en frío, imparcialmente”, su poema favorito de César Vallejo. “Comprendiendo que él sabe que le quiero, que le odio con afecto y me es, en suma, indiferente...”, recitaba acongojado el primer mandatario. Unos versos que, en sus propias palabras, “ilustran bien la tarea de superar rencillas y disipar rencores”; una labor que le toca enfrentar en los pocos meses que durará su gobierno de transición tras la dura semana de crisis política que ha sufrido el país. Tal vez, sea su labor más difícil. Pero no está solo. Es justamente esa tarea, la del perdón, la que intentamos abarcar todos los peruanos en estos primeros días de aparente estabilidad. Pero, después de una violenta semana que ha dejado dos muertos, decenas de heridos y- hasta el cierre de esta nota- aún un desaparecido... ¿por dónde empezamos?, ¿cómo sanamos las heridas de una crisis violenta, injusta y, sobre todo, dolorosa para todos los peruanos?
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Para el equipo de ‘Psicología por el Perú’, todo empieza por entender y aceptar lo vivido. “[El proceso de reconciliación] consiste en que las personas asimilen los eventos ocurridos en estos días, los acepten y reconozcan que aún queda mucho por mejorar”, revelan. Giulia Camaiora, Isabela Arria, María Belén Ibañez, Paula Ardila y Catalina Gastiaburu; son las mujeres detrás de ‘Psicología por el Perú’, un grupo de terapeutas que brinda asesoría, orientación y ayuda psicológica de modo gratuito para distintos trastornos, a través de Instagram. La iniciativa nació a raíz de la cuarentena ocasionada por el Covid-19 y tomó más importancia que nunca durante la última semana de crisis nacional. Por supuesto, el grupo de expertas ofreció sus servicios para tratar afecciones desatadas tras la coyuntura nacional. “El contexto político puede resultar abrumador para muchos y queremos que sepas que todas tus emociones son importantes y válidas”, dice el anuncio en la red social. Porque sí, como ellas señalan, la coyuntura nacional ha repercutido en la salud mental colectiva: en algunas personas con mayor fuerza y en otras, no tanto. Lo cierto es que nadie ha sido ajeno.
“Las crisis sociales y políticas tienen como característica principal el cambio constante y desmedido, por lo que remueven a las personas en todas sus esferas y ponen de manifiesto el poco control que tienen sobre lo que va a suceder en su país y por ende en su trabajo, su educación su seguridad y su salud", explica el equipo de expertas. Pero las emociones no solo nacen de una preocupación personal, referente a nuestra salud o economía, también desde la empatía, ese sentimiento que nos invita a ponernos en el lugar del otro y entender lo que han vivido otros peruanos durante esta semana de infierno para todos. “La empatía es un rol que juega en todos los aspectos de la vida y es de suma importancia para convivir en sociedad, como también la tolerancia o el respeto”, comentan. El grado de afección en cada persona dependerá de su personalidad, vivencias y percepción. Lo importante es saber identificar la gravedad de nuestra afección mental a tiempo y, de ser necesario, tratarla.
Sobre ello, el grupo de ‘Psicología por el Perú’, revela algunas de las afecciones más comunes tras estos episodios de crisis nacional: ansiedad, depresión o trastorno de estrés agudo. Todas ellas derivadas de una ola de emociones vividas en los últimos días como la frustración, enfado, miedo o tristeza. “Cabe resaltar, que una experiencia como la acontecida en las últimas semanas, puede dejar además un sentimiento de desesperanza e indefensión acompañado de una respuesta de alerta para la supervivencia (miedo por la propia vida), por lo que de no tener un proceso de acompañamiento temprano podría desarrollar un Trastorno de Estrés Postraumático”, añaden.
Por eso, es vital estar alerta. Escucharnos y reconocer nuestros sentimientos. Esa es la única manera de superarlos. La dificultad para dormir, los dolores en el cuello, espalda y estómago son algunos de los síntomas típicos de que algo no anda bien. Además, la dificultad para respirar, sensación de ahogo, llanto irreparable, cefalea y pérdida de apetito; son otro de los signos. Es por esto que, mientras atravesamos un primer proceso de aceptación, resulta inevitable estar alerta a estas señales para determinar su constancia y grado. Un buen consejo para superarlas es evitar la sobreinformación e informarse de fuentes confiables. Esto no quiere decir alejarse de la coyuntura en su totalidad, pero sí delimitar horarios para leer y ver noticias o redes sociales sobre el tema, y así no sentirse agobiado(a) por ellas.
Pero, ¿qué pasa si no podemos manejarlos de manera personal? En esos casos, es momento de acudir a un profesional. “El momento de acudir a un especialista es cuando sientes que tus emociones te sobrepasan, persisten en el tiempo y no puedes regularlas de manera independiente ni con el apoyo de los que tienes cerca: familiares y/o amigos. Asimismo, otro factor importante a tomar en cuenta para pedir ayuda, es cuando te das cuenta que afecta el desarrollo de tus actividades diarias”, explican las expertas. Sobre todo, en casos como los vividos en los últimos días- desbordantes de violencia e injusticia- que pueden generar un cuadro de estrés post traumático. “Este tipo de vivencias, que pueden estar relacionadas a un intenso sentimiento de inseguridad, ira, miedo, impotencia y deseos de venganza, pueden superarse con el apoyo de un proceso psicoterapéutico, y en caso que lo requiera, apoyo psiquiátrico también", agregan.
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La situación se vuelve más aguda aún si se trata de algunos de los familiares, amigos o conocidos de los dos jóvenes que perdieron la vida durante las marchas de la última semana. Dos casos que han estremecido al país entero por su nivel de crueldad y violencia: Inti Sotelo Camargo (24) y Jack Bryan Pintado Sánchez (22), estaban marchando por sus derechos cuando fueron heridos por la Policía Nacional del Perú (PNP) en un uso desmedido de su autoridad. Un accionar que ha sumergido al país en un estado de duelo. “El duelo es un proceso de adaptación que sigue a una pérdida, y como país hemos atravesado varias pérdidas durante estos últimos días: figuras de autoridad, estabilidad y, por supuesto, de vidas inocentes. Todas estas suman y tienen un peso en la vida de las personas y es importante darle atención y espacio para procesarlas. Conversar sobre esto, aceptar, validar y expresar lo que sentimos son pasos básicos para poder empezar a hacerlo”, expresan.
Pero las violaciones a los derechos humanos perpetrados esta semana, han dejado también “un sentimiento de desesperanza e indefensión” en la población. ¿Cómo nos recuperamos de esta realidad? El primer paso es iniciar un proceso de aceptación de lo vivido en los últimos días. Luego, reconocer nuestros sentimientos y, de ser necesario, buscar ayuda. Un tercer paso podría ser, “identificar algunos aprendizajes después de este proceso”. La importancia de la información, empatía y el respeto, así como la lucha contra la violencia y violación de los derechos humanos; podrían ser algunas de ellas. “Además, el hablar de lo que pensamos o sentimos con personas que son parte de nuestra red de apoyo y que pueden estar en un estado similar, también va a permitir un procesamiento saludable de estas experiencias difíciles que nos han tocado vivir en los últimos días", concluyen.
El dato
El equipo detrás de “Psicología por el Perú” brinda acompañamiento y consejería gratuita para quien lo necesite en estos momentos difíciles para el país. Así como ellos, otros perfiles como @espacio_esciencia, @suyajwasi y el Departamento de Psicología de la @pucp; también han puesto ha disposición sus servicios psicológicos dada la coyuntura nacional.
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