No cabe duda de que Barbie se ha convertido en una de las películas favoritas del momento. Adentrarse en el fantástico mundo rosa donde cada muñeca luce una impecable imagen de pies a cabeza se siente como transportarse a una realidad humana de Barbieland. Una donde, irónicamente, se tuvo que desechar la idea de buscar el famoso aspecto de plástico para que Margot Robbie logre encarnar a la perfección a la icónica muñeca.
En conversaciones con el medio estadounidense Glamour, Ivana Primorac, peluquera y maquilladora de la película, reveló todos los secretos de belleza que hicieron posible que Margot se convirtiera en una verdadera Barbie. Siendo el punto de partida el tener que desechar la idea de que un aspecto de plástico era el indicado, pues lo más acertado era buscar el lado humano de la muñeca y no al contrario. “De lo que nos dimos cuenta es de que la muñeca Barbie representa la mejor versión de uno mismo. Si puedes pensar cuál sería la mejor versión de ti mismo, sería cuando tu pelo está más bonito y del color que mejor te sienta, cuando tu piel no tiene imperfecciones. Nada que ver con el plástico, sólo un material del que estaban hechas las muñecas”, señaló.
El secreto del cabello: voluminosas pelucas de ensueño
Con esta idea como punto de referencia, se buscó un equilibrio entre lo que caracteriza a Barbie en esencia en cuestión de cabello y piel. En lugar de apostar por pelucas fantasiosas (como en el caso de Dua Lipa), se buscó añadir mucho volumen al cabello sin llegar a perder el toque natural. “El pelo de las muñecas es increíble y tiene la anchura de sus hombros, así que siempre es un poco más perfecto de lo que podría tener cualquier humano”, explicó.
En el caso de Margot, aunque no parezca, todo el tiempo utilizó pelucas. 18 pelucas rubias completas además de los 30 postizos que se usaron para añadir volumen y longitud. “Una de las pelucas que lleva en la sección de acampada en su viaje al mundo real es tan larga que solo pudo ponérsela un par de veces porque pesaba demasiado. Pero conseguimos que en todas ellas apareciera esa cabellera de Barbie tan ideal”, comentó.
El secreto de la piel: exfoliar, hidratar y uniformizar
En cuanto al tono de piel, también hubo un arduo trabajo detrás para lograr ese acabado uniforme y equilibrado, propio de las muñecas. Según contó la especialista al medio, se tuvo que prestar especial atención a emparejar y suavizar los codos, las rodillas, los talones e incluso las plantas de los pies para desechar cualquier área tosca sin llegar a parecer de plástico y, por ende, falso.
En el caso de Margot, se mandó a hacer un maquillaje corporal que se adaptara a su piel. En especial para el área de los pies, pues una de las escenas clave de la película es cuando Barbie demuestra su cualidad de muñeca al mantener perfectamente los pies arqueados. “Me preocupaba el talón, la punta y la arruga del dedo, pero los pies quedaron genial con todo el maquillaje corporal y el color. Ninguno de nosotros tiene un color de piel uniforme, nuestro color de piel varía ligeramente, y una vez que conseguimos crear ese conjunto de acabados, sus pies quedaron perfectos”, reveló. Una decisión que resultó exitosa aunque haya tenido que elaborarse a minuciosidad el maquillaje corporal para cada actor del elenco además de Margot. “El problema con el maquillaje corporal era que no se podía transferir a la ropa. Teníamos que buscar algo que tuviera el color y el acabado que queríamos, que no se arrugara, que no se agrietara, que no se notara, que fuera fino y del color adecuado”, explicó.
Aún así, el maquillaje corporal especial no fue lo único que hizo que Barbie luciera perfecta, pues Margot Robbie demostró su profesionalismo al tener un detallado régimen diario de preparación de la piel con un buen exfoliante y una buena crema hidratante corporal como base de la rutina, según cuenta la maquilladora.
El secreto del maquillaje de rostro: potenciar la belleza natural
Cada Barbie tenía un color y el de Margot era melocotón. Con esa base en mente, se utilizaron iluminadores especiales en el contorno de los ojos, la boca y la nariz para potenciar la belleza de las facciones de la actriz. Lo mismo para las cejas, que al alargarse a medida lograron una nueva proporción armónica entre los ojos y la línea del cabello. Un pequeño cambio que tuvo una gran repercusión, pues agrandó naturalmente la forma de sus ojos. De igual manera con las pestañas, a las que se aplicó una máscara fina que las separó y alargó, evitando que se utilicen postizas.
Por otro lado, los labiales y el rubor. Nunca se repetía la misma fórmula, pues para cada traje, había un labial y un rumor diferente. Y aunque se utilizaron casi 25 tonos diferentes de labiales para cada look, el efecto final era sutil, elegante y sencillo pero radiante; como la misma Barbie.
“Rara vez se aborda a un actor de pies a cabeza; no tienes que completar a toda la persona para convertirla en el personaje”, señaló la especialista que equiparó a la preparación diaria del departamento de maquillaje y peinado a un Super Bowl o incluso a una maratón donde cada equipo de peluqueros y maquilladores esperaba listo cada mañana para transformar a los actores en Barbies y Kens de la vida real.
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